El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, con Axel Kicillof a la cabeza, espera que su presupuesto llegue al recinto de la Legislatura local antes de fin de año. El mismo, junto con la Ley Fiscal, obtuvo dictamen en comisión con el apoyo de sectores del radicalismo.

El avance en comisión se cerró con las presentaciones del ministro de Economía, Pablo López, y el director de ARBA, Cristian Girard. Una de las posibilidades es que se trate el jueves próximo.

El presupuesto local prevé un endeudamiento de $1,16 billones, equivalente al 0,4% del Producto Bruto Geográfico, un déficit financiero del 0,5% (menor al de 2024), un resultado económico superavitario de $1,1 billones y un resultado primario deficitario de $0,6 billones.

Según el análisis de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), para 2025 los ingresos de la provincia tendrían un aumento del 0,8% ajustado por inflación.

Los ingresos tributarios tendrían una caída del 2,4% real contra la recaudación proyectada para 2024 a raíz de la contracción de los impuestos provinciales (-1%) y los nacionales (-3,8%). El aumento de las transferencias corrientes sería del 108,2%, pero con una caída de las transferencias automáticas del Gobierno nacional. El impulso lo daría el Fondo de Recupero de Deudas del Estado Nacional.

Las Contribuciones a la Seguridad Social tendrían una contracción del 8,6% ajustado por inflación, mientras que los Ingresos Brutos tendrán un crecimiento del 0,9%. El impuesto inmobiliario tendría una caída del 3,7%, el impuesto a los sellos tendrá una contracción del 13,2% y del automotor del 4,9%.

Por el frente de los gastos, ASAP proyecta una caída del 0,4% real interanual. En los gastos corrientes, la caída sería del 2,3% (representa el 92,2% de las erogaciones), mientras que los gastos de capital tendrían un aumento del 28,8%.

Entre los gastos corrientes se destacan las bajas de las remuneraciones a trabajadores estatales (-3,1%), mientras que las transferencias corrientes aumentarán 1,6%. Estas últimas incluyen las transferencias a los municipios, los fondos específicos, las subvenciones a la educación privada, los programas de asistencia social, entre otros.

El gasto en prestaciones de la Seguridad Social tendrá una baja del 5%, mientras que el gasto en Bienes y Servicios tendrá una suba del 4% real interanual.

Por el lado de los gastos de capital, la inversión real directa, que es la principal erogación, tendrá un incremento del 35,2%. Los destinos de estos fondos serán las obras viales, de infraestructura social, hídricas, educación, hospitales y el servicio penitenciario. 

Por esa parte, las transferencias de Capital aumentarán un 56,9% real interanual.

ASAP analizó que se observa un fuerte crecimiento del resultado económico, mientras que los déficit primario y financiero serán menores a los registrados en 2024.

Por el lado del endeudamiento público, estiman que este aumentará en $2,5 billones.