"Es obvio que hay algo más. Patricia tiene sus defectos, pero no va a vigilantear a uno de los propios" dijo -preocupado- un dirigente del PRO que conoce mucho a la ministra de Seguridad. ¿Algo cómo qué? quiso saber El Cronista. Y la respuesta sobre el sorpresivo posteo que hizo Bullrich el sábado por la tarde anticipando que había despedido y denunciado ante la Oficina de Anticorrupción a su segundo, Vicente Ventura Barreiro, fue inquietante.

"Mirá, Patricia nunca acompañó las denuncias de corrupción de "Lilita" (Carrió) ni Paula Olivetto, tampoco de (Margarita) Stolbizer. Nunca fue su agenda. Es una mujer de la política, ultrahonesta sí, pero no vigilante. No es su estilo, siempre dijo que hay otros que saben hacer eso mejor que ella y que lo suyo es mostrar que el Estado puede servir a la gente sin sobreactuar que tiene los zapatitos blancos", dijo.

Cuando Bullrich difundió el tuit ya había hablado con el ahora exsecretario de Seguridad y todo indicaría que también comunicó su decisión al presidente del bloque PRO, Cristian Ritondo. El legislador, que sería elegido próximamente presidente del PRO de la provincia de Buenos Aires, no se mostró sorprendido por la requisitoria periodística que le cayó cuando descansaba con su familia. Por supuesto, adjudicó la decisión a la interna partidaria, sin darle excesiva importancia.

Cerca del funcionario denunciado, por su lado, dijeron que "los rivales internos de Bullrich sospechan que buscó una 'excusa' para desprenderse de su número dos después de que estallara el conflicto en Buenos Aires por el control del PRO." 

Sucede que la carrera política de Ventura Barreiro fue siempre con Ritondo, de quien fue su segundo en el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, aunque su perfil siempre fue técnico. Jamás opinó ni se inmiscuyó en cuestiones partidarias que siempre le pasaron por el costado. 

Abogado recibido en la UCA, tiene un máster de Derecho de la Seguridad Pública en la Universidad Carlos III de Madrid, entre otros posgrados en la materia. Además, una amplia experiencia territorial, junto a gran facilidad para lograr eficiencia y verticalidad entre los miembros de las fuerzas. 

Darle un tiro a una política muy valorada por el electorado donde el funcionario desplazado fue clave para el éxito, difícilmente será una decisión sin costo.

El contexto político donde decidió Bullrich es claro. "Macri apoyó a Ritondo, jefe político de Ventura Barreiro, en la pulseada con Daniela Reich para quedarse con la presidencia del PRO y Patricia está alineada con Reich y su esposo, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela" es el comentario dominante.

Agregan otros datos relevantes. Ventura Barreiro habría sido filmado y grabado organizando un grupo de 15 proveedores para la alimentación del Servicio Penitenciario, cuando Bullrich le pedía abrir la licitación a 300 proveedores para garantizar la transparencia, lo que él habría incumplido. Se asegura en ámbitos del Ministerio que Bullrich tiene testigos preparados para declarar en contra del exsecretario de Seguridad. "No tiene escapatoria, está hasta las manos", afirman.

Pero fuera del entorno bullrichista, en el PRO están sorprendidos por el formato de despido, tan parecido al que le obligaron a hacer a Sandra Pettovello con su segundo, Pablo de la Torre, aparentemente luego de una fortísima tarea de espías que respondían al Gobierno. "¿No habrá alguien en LLA interesado en restarle poder a Bullrich, mostrarle que está siendo controlada?", se preguntan.

Está claro que la relación de Bullrich con Javier Milei es buena, incluso excelente. La ministra goza de un alto nivel de popularidad, muy cercano al Presidente y a la Vice. Quizás ese respaldo popular provoque algún ruido interno, aunque Milei no se lo hizo saber en ningún momento. 

¿Otros funcionarios serían los encargados de 'bajarle el copete' a Bullrich? Un allegado lo puso así: "Lo único que parece claro es que Patricia no se irá a llorar a su casa, como Pettovello, sino que enfrentará la situación que tenga con las 'armas' disponibles".

Esto se traduce en que denunciar a su mismísimo número dos no tendrá las consecuencias públicas que se evidenciaron en el caso del Ministerio de Capital Humano. No habrá desorden y rápidamente cubrirá el vacío, aseguran en su entorno.  ¿Desde cuándo lo sabe Bullrich? ¿Es el primer caso de corrupción de este funcionario? ¿Hay otros casos similares en Seguridad? ¿No sabía Bullrich que Ventura Barreiro era alguien corrupto?

Y todavía algo más inquietante. ¿Alguien del Gobierno la puso entre la espada y la pared? ¿Si ella no denunciaba a su segundo, corría ella misma el peligro de ser involucrada? En definitiva: ¿Quién grabó a Ventura Barreiro?

Mientras tanto, el PRO bulle. Mañana se realizará la asamblea en el PRO bonaerense, donde esperan ponerle el moño a la salida de Reich. Allí, la línea es muy clara y nadie lo duda. "El bullrichismo se queda afuera de todo", aseguran. El asunto no es menor en esa escala, porque supone que Bullrich competirá en la provincia de Buenos Aires con LLA y muy probablemente el resto del PRO lo hará separado de las listas del Gobierno.

Por otro lado, el bloque en Diputados tiene el desafío de ponerse de acuerdo con LLA en la Cámara baja para aprobar -o no- las modificaciones a la Ley Bases que le hicieron los senadores.

Muchos diputados son bullrichistas pero muchos más son macristas, incluso hay de Horacio Rodríguez Larreta. Hasta ahora trabajan mancomunados y sin problemas. ¿Seguirán poniéndole el hombro al Gobierno los que se sienten afectados por esta decisión?