El Gobierno Nacional tomó la decisión de llamar a sesiones extraordinarias si es que no consigue sancionar el proyecto de Presupuesto 2025 antes del 30 de noviembre, cuando finaliza el Período de Sesiones Ordinarias. Se trata de algo que ya está siendo conversado entre la mesa política del Poder Ejecutivo y la contraparte libertaria en la Cámara de Diputados, comandada por Martín Menem.

"No está definido, pero es una posibilidad", coincidieron una altísima fuente de Casa Rosada y otra de Diputados al haber sido preguntados sobre si la Presidencia de la Cámara podía llamar a sesiones extraordinarias para prorrogar las negociaciones vinculadas al Presupuesto 2025.

Tanto en el oficialismo como algunos actores -como los gobernadores y bloques aliados-, dan a entender que consensuar la proyección del gasto para el año próximo es beneficiosa para ambas partes: para el Gobierno, porque pueden mostrar a los mercados y al sector empresario una mayor previsibilidad en el curso de las ejecuciones presupuestarias; para los gobernadores y otros actores, porque significará que en mayor o menor medida se satisficieron algunas de sus demandas por fondos.

Esas negociaciones se reencauzaron días atrás ante la posibilidad de que se activara la sesión (a la que habían llamado Unión por la Patria, Encuentro Federal y los radicales de Democracia) para voltear el DNU de canje de deuda externa y modificar la Ley de DNU, que busca facilitar los rechazos de esos instrumentos.

El Gobierno consiguió que no hubiera quórum con los diferentes llamados que hizo por esos días a diputados y gobernadores de todas las fuerzas. Mientras que Martín Menem tuvo especial injerencia entre los diputados nacionales.

La mesa chica libertaria, a través del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán; mantuvo contacto con los gobernadores del PRO como Rogelio Frigerio, del radicalismo como Alfredo Cornejo, Leandro Zdero y Carlos Sadir; y peronistas aliados como Raúl Jalil y Gustavo Sáenz; entre otros.

Ni esos diputados ni los gobernadores decidieron que no se dé quórum por compasión con el oficialismo: la Casa Rosada les prometió que concedería en algunas cuestiones clave pedidas por las provincias: uno de ellos es, por ejemplo, el avance del régimen para saldar las deudas de la Nación con los distritos subnacionales.

Pero varios de los puntos que se prometieron discutir son los que más condicionan el apoyo de los gobernadores aliados. Hay tres principales reclamos en cierto segmento de la dirigencia.

"Queremos que se paguen las deudas que hay por las cajas previsionales", afirmó una fuente inobjetable del PRO. Ese bloque condiciona su apoyo siempre y cuando se atienda el reclamo de Jorge Macri por la Coparticipación de la CABA. También está presente el pedido para que se reactiven obras en diferentes municipios de todo el país, pero particularmente en el Conurbano bonaerense.

En la oposición dialoguista dicen que cuando se aseguren una gran parte de esos puntos se van a facilitar las firmas del dictamen en la Comisión de Presupuesto, en donde actualmente está residiendo el proyecto oficialista. "Por ahora no hay consenso. Veo difícil que se pueda lograr un dictamen la semana próxima", afirman.

En ciertos despachos de la Casa Rosada ven posible de que se pueda firmar el dictamen la semana próxima. De cualquier manera, por los tiempos que se manejan en el Palacio Legislativo son los propios libertarios que prevén muy probable el llamado a extraordinarias.