Libros de coaching ontológico, biblias, botellas de vino, carteras de marca y retratos, son solo algunos de los tantos regalos que registran el presidente Javier Milei y su hermana, Karina Milei, ante la Oficina Anticorrupción. Los datos son públicos, puesto que es obligatorio que los declaren: ¿Cómo acceder?

Uno de los regalos que figura en el sistema es la de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, quien le entregó al Presidente un par de gemelos marca "Buccellati" a Milei, así como también un frasco de crema de avellanas marca "Nutella" con un grabado de ´Javier´. A la secretaria de Presidencia, además, le obsequió una cartera de "Salvatore Ferragamo". 

De acuerdo al sitio de la exclusiva marca, los productos de la categoría arrancan en los 650 euros hasta pasados los 2 mil euros, para algunos modelos especiales.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tampoco se quedó atrás y le regaló al jefe de Estado argentino una campera de cuero "Atelier Bertrand" cuando fue a la Ceremonia de Apertura de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos.  Esta marca ofrece modelos desde 890 euros, aunque con una mayoría de productos cercanos a los 1290 euros. 

Dentro de los objetos abundan sets de mates y bombillas. También se registra la biografía de Margaret Thatcher, escrita por Charles Moore, una cortesía al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, de parte de un oficial del ejército británico llamado James Dormer.

La Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública (Ley 25.188) establece en su artículo 18 que los funcionarios públicos no pueden recibir regalos, obsequios o donaciones, ya sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño en sus funciones.

Sin embargo, la disposición también agrega que en el caso de que los obsequios sean de cortesía o de costumbre diplomática hay excepciones y el decreto 1179/2016 lo reglamenta.

En el primer caso se consideran ocasiones para mostrar atención, respeto o afecto, y en el segundo son formalidades entre otros gobiernos, organismos internacionales o entidades sin fines de lucro.

El punto es que los funcionarios no gocen de beneficios como que se les pague el alquiler de una vivienda o tengan un descuento en un club por formar parte de la administración pública.

Todo debe ser registrado a través del Sistema de Gestión Electrónica Documental (GEDO) en el Registro de Obsequios a Funcionarios Públicos, que está a cargo de la Oficina Anticorrupción.

Allí se dispone además el destino y el valor en módulos: si el valor por cada objeto supera la suma total de pesos equivalente al valor de cuatro módulos, deberá ser incorporado al patrimonio del Estado Nacional -como en el caso de los gemelos Buccellati y la cartera de "Salvatore Ferragamo"-.

También deberán ser incorporados los de costumbre diplomática, aunque no supere la medida de valor, cuando el objeto posee un valor institucional representativo del vínculo con el Estado u organismo que lo entrega.

En estos casos se determina su destino con fines de salud, acción social, educación o patrimonio histórico cultural. Los obsequios comestibles se registran, pero no es necesaria su incorporación al patrimonio estatal.

Hay más límites: las prohibiciones también alcanzan al origen de los obsequios y no se pueden recibir si vienen de personas que:

El registro de obsequios y viajes presidenciales es de acceso público y se puede ver a través de la página argentina.gob.ar/anticorrupcion/obsequiosyviajes.