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Ciudadanía italiana: en Italia ya es ley el restrictivo decreto que deja afuera del trámite a miles de bisnietos en Argentina

Ciudadanía italiana: en Italia ya es ley el restrictivo decreto que deja afuera del trámite a miles de bisnietos en Argentina
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La Cámara de Diputados lo acaba de aprobar en Roma. Qué pasará a partir de ahora.

AI
  • 🇮🇹 **Cierre de ciudadanía italiana**: La Cámara de Diputados de Italia aprobó un decreto que limita el acceso a la ciudadanía solo a hijos y nietos nativos de italianos, afectando a bisnietos y tataranietos.
  • 🗳️ **Votación**: El decreto-ley 36 fue aprobado con 137 votos a favor y 83 en contra, promovido por el gobierno de Giorgia Meloni.
  • 📅 **Firma pendiente**: El decreto necesita la firma del presidente de Italia para ser publicado y entrar en vigor.
  • 🚫 **Restricciones**: Solo los padres o abuelos que sean ciudadanos italianos, y no naturalizados argentinos, pueden transmitir la ciudadanía.
  • 📈 **Solicitudes en curso**: Entre 40,000 y 60,000 solicitudes de ciudadanía italiana están pendientes en Argentina, la mayoría de bisnietos.
  • ⏳ **Fecha límite**: Las solicitudes deben ser presentadas antes del 27 de marzo de 2025 a las 23:59 (hora de Roma) para ser evaluadas bajo la ley anterior.
  • 📌 **Exclusiones**: Los que no logren presentar su carpeta o no tengan citas consulares antes de la fecha límite ya no podrán obtener ciudadanía.
  • ⚖️ **Controversia**: Diputados italo-argentinos señalan discriminación por el nuevo decreto, y algunos consideran llevar el asunto a la Corte Constitucional.
  • 💰 **Nuevos costos**: Se implementará una tarifa fija de 250 euros para los trámites consulares de readquisición de ciudadanía.
  • 🌍 **Alternativa para bisnietos**: Aquellos con ascendencia italiana pueden mudarse a Italia y residir allí por dos años para solicitar la ciudadanía.
  • 🗣️ **Reacciones sociales**: La decisión ha generado descontento en redes sociales, donde muchos consideran que se rompe una promesa histórica del reconocimiento de ciudadanía.

La ciudadanía italiana, que por muchos años fue la “puerta de entrada a Europa”, casi un derecho garantizado para los descendientes de italianos en Argentina, se acaba de cerrar. Al menos, para miles de bisnietos y tataranietos en nuestro país.

La Cámara de Diputados de Italia aprobó este martes por 137 votos a favor y 83 en contra el decreto-ley 36, que limitó al extremo el alcance del ius sanguinis (derecho de sangre). Ahora sólo pueden transmitir la ciudadanía padres o abuelos, es decir, pueden obtenerla hijos o nietos de italianos.

Falta la firma del presidente de Italia, lo que ocurrirá en las próximas horas, para que el texto se publique en el Boletín Oficial italiano y ya empiece a regir.

Con media sanción en el Senado, el jueves pasado, el restrictivo decreto promovido por el gobierno de Giorgia Meloni comenzaba a cambiar para siempre la historia del aspiracional de cientos de miles de bisnietos y tataranietos en el mundo, y particularmente de los argentinos, a quienes sólo en 2024 se les reconocieron 30.000 ciudadanías.

En la práctica, el acceso a la ciudadanía italiana por “ius sanguinis” —es decir, por sangre, sin límite generacional— fue durante años un salvoconducto para los argentinos que tenían un antepasado italiano.

Pero la nueva normativa cambia eso. En uno de sus artículos centrales, el texto limita la posibilidad de transmitir la ciudadanía sólo a padres o abuelos italianos. Y esos italianos sólo deben ser italianos, es decir, nunca deben haberse naturalizado argentinos.

Así lo indica el artículo 3-bis, inciso c: “Un ascendiente de primer o segundo grado posee, o poseía al momento de su fallecimiento, exclusivamente la ciudadanía italiana”.

Esto significa que los bisnietos y tataranietos —como la mayoría de los argentinos que hoy intentan tramitar la ciudadanía en consulados— quedan excluidos.

Según estimaciones extraoficiales de consulados, entre 40.000 y 60.000 solicitudes de ciudadanía italiana están en curso en la Argentina. La mayoría, de bisnietos.

Con esta reforma, las carpetas ya presentadas para la realización del trámite de la ciudadanía se regirán bajo la ley anterior, y sobre las nuevas solicitudes caerá el peso de los nuevos requisitos.

El inciso a-bis del texto aprobado establece un “corte” en el tiempo. Para que se reconozca la ciudadanía, la solicitud debe haber sido presentada —con documentación completa— hasta el 27 de marzo de 2025. Y no en cualquier momento: antes de las 23.59, hora de Roma, de ese día clave: cuando el ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, anunció el decreto-ley.

Quienes tenían turnos consulares asignados antes de ese momento límite pero para después de esa fecha, también se regirán bajo la ley previa.

Esos bisnietos o tataranietos sí podrán tramitar la ciudadanía. El resto, quienes no habían logrado presentar la carpeta o ni siquiera obtener una cita, que en Argentina era casi una misión imposible por la falta de turnos, no podrán ser italianos.

“No importa que el tatarabuelo haya sido italiano. Si no se puede acreditar que el abuelo tuvo ciudadanía exclusiva italiana, el trámite será rechazado”, explican a Clarín desde estudios jurídicos que siguen el tema.

El 27 de marzo fue el peor día para los descendientes de italianos. No hubo anuncio previo ni aviso consular. Se comunicó que el “decreto Tajani” comenzaba a complicar el reconocimiento de la ciudadanía italiana.

Esto fue así pese a que los turnos para presentar la ciudadanía suelen darse con años de demora en Argentina. Y el sistema Prenot@Mi, que usan los consulados italianos, fue señalado muchas veces de no dar nuevas fechas para satisfacer la demanda.

“Esa barrera burocrática se convirtió en un muro legal para miles de argentinos, y no se está teniendo en cuenta. Además, se está considerando a ciudadanos de segunda a los nacidos fuera de italia comparado a los que nacieron en territorio italiano. Vamos a llevar este acto discriminatorio a las instancias que sean para que la Corte declare su inconstitucionalidad”, dice a Clarín el diputado italo-argentino Franco Tirelli, que tiene su banca en el parlamento italiano desde el Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE).

Una de las enmiendas que impulsaron los legisladores italo-argentinos benefició a los descendientes menores de ciudadanos italianos, no importa si la ciudadanía la obtuvieron por nacimiento o por reconocimiento.

Esto es clave para quienes obtuvieron la ciudadanía viviendo en Argentina y luego buscan transmitirla a sus hijos.

Los nacidos antes del 27 de marzo de 2025 a las 23.59 tienen tiempo hasta el 31 de mayo de 2026 para ser inscriptos en el Fast it (el portal virtual) en el consulado que corresponda según el domicilio.Y que los nacidos después del 27 de marzo de 2025 a las 23.59 tienen un año desde el momento del nacimiento para ser inscriptos, también de manera online.

Las redes estallaron tras la media sanción en el Senado. En grupos de Facebook y foros de ciudadanía italiana, las palabras más repetidas fueron “injusticia”, “cierre” y “discriminación”.

Muchos argentinos sienten que se rompe una promesa histórica. La de que Italia siempre reconocería a sus hijos, aunque nacieran lejos.

“La identidad no tiene fecha límite ni generaciones contadas. Si mi bisabuelo fue italiano, yo también tengo derecho a serlo”, escribió en X una usuaria que ya había reunido toda la documentación.

Además de los nuevos límites, el texto incorpora un costo fijo de 250 euros para los trámites consulares de readquisición de ciudadanía. Es un detalle que preocupa a quienes están en situación económica vulnerable. Pero es solo una parte del nuevo filtro.

¿Y si ya tengo ciudadanía? Quienes ya son ciudadanos italianos no pierden derechos. Pero si aún no presentaron su carpeta, o si estaban esperando turno, quedan afuera.

¿Se puede frenar? Algunos abogados en Roma en Argentina analizan presentar recursos ante la Corte Constitucional, argumentando discriminación generacional y violación del principio de igualdad.

¿Hay esperanza para los bisnietos en Argentina? Sí para los oriundos (los que tienen ascendencia italiana de cualquier generación, sin límite, es decir, pueden ser bisnietos o tataranietos) que viajen a Italia y fijen residencia por dos años en una comuna italiana.

A estos descendientes que se instalen en Italia les darán un permesso di soggiorno, un permiso para que después de dos años de vivir legalmente en ese país puedan pedir la ciudadanía.

Ese es el caso ya de cientos de varados que ante la falta de turnos consulares emigraron para acelerar el trámite y en el medio se vieron sorprendidos por el decreto.

AS

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