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La furia de Máximo Kirchner contra los intendentes que apoyan a Kicillof y la bendición que dará Cristina

La furia de Máximo Kirchner contra los intendentes que apoyan a Kicillof y la bendición que dará Cristina
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El hijo de la ex presidenta despotrica contra varios jefes del GBA que buscan empoderar al gobernador para que encabece la renovación del peronismo.La feroz pelea entre La Cámpora y el "Cuervo" Larroque. Wado De Pedro ve una oportunidad y finge demencia.

En privado, y no tanto, Cristina Kirchner reconoce que el problema para el peronismo no es Javier Milei y su retórica anticasta. Tampoco la mochila de fracasos y negocios espurios que dejó Alberto Fernández en el gobierno que ella creó y del que formó parte.

La ex vicepresidenta admite que uno de los verdaderos escollos para la renovación del PJ está en el sótano de su casa. En las bases de la construcción de su poder político. Sería la camorra, desavenencias y desconfianza que habría entre sus tres hijos. El de sangre, Máximo Kirchner, y sus dúo putativo: Axel Kicillof y Eduardo "Wado" de Pedro.

El desprecio que el jefe de La Cámpora siente por el gobernador de Buenos Aires la desconcierta. En Provincia perciben que el ataque que Kicillof recibe de parte de Máximo es similar al basureo que Cristina sometía a Alberto Fernández.

"Axel se convenció que el destrato de Máximo hacia él es más una cuestión de piel que de una razonable tensión política por espacios de poder", consideró ante Clarín un importante funcionario bonaerense que suele ver o hablar con el gobernador al menos una vez por semana.

La furia de Máximo no sólo tiene epicentro en la figura del mandatario bonaerense. Es más, para el líder camporista, Kicillof es sólo una construcción (o invento) de sus poderosos padres. Máximo sostiene que por su lazo sanguíneo le corresponde la herencia de esa conducción.

Pero hay muchos que no piensan como él. Sobre todo los que integran la denominada Mesa de Ensenada, con el iracundo Mario Secco como anfitrión, secundado por dos pesos pesados del conurbano bonaerense: Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y Fernando Espinoza, de La Matanza.

A esos poderosos jefes comunales se le suma una voz que molesta más que ninguna otra. La de Andrés "Cuervo" Larroque, miembro fundador de La Cámpora que ahora parece dispuesto a profundizar sus diatribas contra los ex cumpas de La Orga.

"¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?", arremetió Larroque, acompañado por el propio Kicillof y varios intendentes en la quinta de San Vicente, un reducto histórico del peronismo donde descansan los restos del General Juan Domingo Perón.

"No quiero esa conducción de Cristina, quiero la conducción con movimiento popular", disparó a un blanco que nadie desconoció: Máximo Kirchner.

Los tres "ñatos del whatsapp" aludidos por Larroque fueron cuadros que formaron parte de su propia escudería. Se trata de Martín Rodríguez, su ex cuñado; el senador provincial y matancero, Facundo Tignanelli; y el enemigo de Ferraresi en Avellaneda y diputado bonaerense, Emanuel Santalla.

Máximo les ordenó "traicionar al Cuervo por su traición", según recuerdan en el Instituto Patria. Para castigarlo, retomó las viejas usanzas de su padre: hizo que estos tres camporistas ex amigos de Larroque sean los encargados de avisarle que se quedaba sin nada en las listas.

"Al Cuervo, que había acordado ser candidato a diputado nacional, le cortaron la cabeza y no hubo un sólo lugar para su gente", confirmó un peronista que participó ese sábado fatídico del cierre de listas el año pasado.

Aún habiéndose vengando de Larroque, el golpe para Máximo tiene un impacto que aún es desconocido. Por primera vez, su figura tiene fuertes cuestionamientos públicos de varios poderosos jefes comunales del GBA y de ex aliados de La Cámpora. Encima Kicillof, el único kirchnerista con votos propios, parece ser otro de sus enemistados.

En La Cámpora creen que Kicillof terminará por alinearse. "No digo que todo, pero buena parte de este quilombo se resuelve cuando Cristina le baje los humos a Axel y le ordene que reconozca la conducción de su hijo. Es lo que hizo después de las PASO de 2021", augura un legislador peronista que se mudó a La Plata para estar cerca de la Gobernación.

¿Y Wado? Los que más lo conocen, ven que De Pedro vive esta guerra como una oportunidad. "Wado hace la gran Scioli y finge demencia. Obvio que está más cerca de Máximo pero cree que si le hinchan mucho los quinotos a Cristina, su figura de tipo más previsible y sensato va a prevalecer. Es el más joven de los "pibes de la liberación", se tuvo que bancar que lo hayan cagado cuando lo convencieron de que iba a ser candidato a Presidente, y no quedó tan quemado como los otros", analiza un intendente peronista de los territorios más extensos y populoso del Conurbano.

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