Crimen de Nora Dalmasso: juicio político por mal desempeño a los fiscales que investigaron el caso

Los fiscales Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro siempre apuntaron a la familia, que los acuso de mal desempeño en noviembre.Se obsesionaron con la familia de la víctima y descartaron la hipótesis que resulto ser la correcta.Este jueves el Jury decidió abrirles el juicio politico que se hara en 2026.
"Corrupción es iniciar una investigación criminal atribuyéndole a la víctima principal la responsabilidad de lo sucedido, considerándola 'mala víctima' y guiándose por aberrantes rumores sociales sobre su vida privada, sin el más mínimo sustento fáctico. Corrupción es investigar a la familia de la víctima porque ésta resultaba sospechosa a los ojos de alguna parte de la sociedad, o porque uno de sus miembros resultaba fácilmente sospechable a raíz de prejuicios de los más arcaicos como su sexualidad". Así, en un tono duro, la familia de Nora Dalmasso (51) pidió a principios de noviembre el juicio político y la destitución de los tres fiscales que trabajaron en el caso.
Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro nunca fueron removidos de sus cargos y seguirán en sus despachos. Pero este jueves el jurado de enjuiciamiento de Córdoba decidió iniciarles juicio político por su supuesto "mal desempeño" y "negligencia grave" en la investigación de la violación y muerte de Nora Dalmasso ocurrida en su casa de Villa Golf, Rio Cuarto, Córdoba, el 26 de noviembre de 2006. Hace 19 años.
Las miradas sobre los fiscales recrudecieron a fines del año pasado cuando nuevos resultados de ADN señalaron al parquetista Roberto Bárzola (46) como principal sospechoso del crimen. Pero éste terminó sobreseído por "prescripción" circunstancia que la familia de Nora aun sigue peleando en la Justicia.
"Dichos funcionarios, contando en la causa penal bajo su dirección con elementos probatorios más que suficientes para sospechar que el Sr. Roberto Marcos Bárzola podría ser el autor material de los delitos sufridos por la Sra. Nora Raquel Dalmasso y, por ende, encontrándose obligados a investigar al referido Bárzola, decidieron dejarlo totalmente de lado", dice la denuncia de los Macarrón a la que tuvo acceso Clarín.
Y agregan: "En cambio, optaron por encarnizarse en contra de la familia de la víctima, incurriendo en violencia institucional contra la misma y poniendo en riesgo la condena de quien los análisis genéticos -que ellos injustificadamente se negaron a realizar-recientemente vinieron a ratificar que sería el culpable".
Reiteradamente la familia había pedido que se incluyera a Bárzola en la lista de personas a tomarles muestra genética. La primera fue en el 2007. Pero los fiscales siempre se negaron, tal vez porque habían quedado muy mal parados luego de demorar a Gastón Zarate, el llamado "perejil" cuya detención generó una marcha popular en su apoyo.
Cada uno a su turno, los fiscales se ensañaron con la familia de la víctima, insinuaron una relación incestuosa entre Facundo y su madre; acusaron al viudo de contratar sicarios; inventaron un avión fantasma para derribar la coartada de Macarrón de que estaba jugando al golf en Uruguay cuando fue el homicidio. En esa línea dejaron de investigar otras hipótesis, entre ellas la más sencilla, que llevaba a Bárzola.
Denunciados por "mal desempeño" los tres presentaron sus descargos semanas atrás ante el jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Córdoba integrado por dos legisladores del oficialismo y dos de la oposición, más un quinto miembro del Tribunal Superior de Justicia. Su presidenta es Julieta Rinaldi, la primera mujer en ocupar ese cargo.
Al decidir abrir el jury, el caso pasará ahora al fiscal general de Córdoba, Juan Manuel Delgado, para que formule la acusación. Delgado tiene un plazo de 30 días hábiles por lo que el juicio en cuestión –muy parecido a un juicio oral común y corriente– se realizará en 2026.
Pero este es solo uno de los frentes de los Macarrón. El otro es tratar de llevar a Bárzola a juicio, dar vuelta su sobreseimiento prescripción.
Nora Dalmasso (51) fue encontrada asesinada el 26 noviembre de 2006 en su casa Villa del Golf, en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba. La habían violado y estrangulado con el cinto de su bata de baño. Primero se acusó a un albañil, Gastón Zárate (bautizado como "El Perejil"), luego al hijo, Facundo Macarrón -entonces de solo 16 años- y finalmente al marido, Marcelo Macarrón, que terminó absuelto en un juicio oral en 2022.
Sin embargo, la verdad estaba frente a las narices de todos. A fines del año pasado una pericia genética determinó que el ADN encontrado en el cinto de la bata y en un pelo hallado en el pubis de Nora eran de Roberto Bárzola (46), un parquetista que estaba trabajando en la casa y con el que Dalmasso había tenido una fuerte discusión días antes.
En octubre pasado la Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2° Nominación de Río Cuarto benefició a Bárzola. Lo sobreseyó por prescripción sin siquiera dar la posibilidad de un juicio por la verdad.
“Desde la medianoche de la fecha de la comisión del hecho imputado al prevenido hasta la actualidad, han transcurrido casi 19 años. Es decir, un lapso superior al límite temporal que la ley sustantiva establece para la operatividad de la prescripción”, puntualizó el tribunal, según el fallo publicado por el Poder Judicial de Córdoba.
“De acuerdo con las normas legales aplicables, ante la ausencia de supuestos de suspensión o interrupción del curso de la prescripción, es evidente -estado convictivo de certeza sobre los extremos invocados- que la acción penal en contra de Bárzola está prescripta -cuanto menos- desde noviembre del año 2021, y que, en consecuencia, corresponde disponer el sobreseimiento total del imputado”, agregaron los jueces.
El tribunal también descartó el argumento de que el plazo debía haberse suspendido porque Marcelo y Facundo Macarrón, esposo y el hijo de Dalmasso, no pudieron presentarse a tiempo como querellantes por haber estado imputados durante la investigación.
El caso había llegado a la Cámara luego de que el juez Diego Ortiz sostuviera que lo que correspondía era hacer un juicio por la verdad. Lo hizo al considerar que hay pruebas suficientes contra Bárzola, pero que por los plazos legales ya era imposible una condena penal y que vaya a la cárcel por la violación y crimen de Nora Dalmasso. La familia apeló, pero ahora la Justicia avaló el fallo original. Lo más extraño es que aunque nadie apeló la posibilidad de un juicio por la verdad, la Cámara abordó el tema y lo descartó.
La detección de este rastro genético había despertado la esperanza de que la Justicia finalmente lograra resolver un caso que conmovió a la Argentina. A fines fines del año pasado, el Ministerio Público Fiscal de Córdoba informó el hallazgo de que un hombre que figuraba como "aportante compatible con las huellas genéticas colectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma".
Fue como parte de una investigación que se inició en octubre de 2022 con el objetivo de saber quién la asesinó. El fiscal de Río Cuarto, Pablo Jávega, había ordenado tomar 200 muestras de ADN. Para entonces, el viudo Marcelo Macarrón, que había ido a juicio acusado de homicidio, ya había sido absuelto.
Resultó el ADN de Bárzola, al que habían apuntado la familia y el FBI.
"Corrupción, es abandonar a las víctimas, es mirar para otro lado cuando la verdad está al alcance de la mano, es traicionar la confianza que la sociedad deposita en quienes tienen el deber de hacer justicia. Y la peor corrupción de todas es aquella que condena a una familia a vivir sin justicia y a una sociedad a convivir con la impunidad", cerraron los Macarrón al denunciar a los fiscales.
MG