Si el Gobierno de Javier Milei no comete los mismos errores que lo llevaron en 2024 a una sangría de apoyos legislativos, la ruptura con los gobernadores no peronistas y una oposición que a veces llegaba a los dos tercios y aprobaba leyes que el Ejecutivo solo atinaba a vetar, está a un paso de convertirse en la primera fuerza en el Congreso, con serias chances de conseguir una mayoría para varios de sus objetivos: las leyes de Presupuesto y reforma laboral y tributaria.

El cálculo que hace el titular de Diputados, Martín Menem, es que La Libertad Avanza pasara de manejar 7 comisiones a quedarse con unas 18, aproximadamente; y las más importantes.

La hoja de ruta que maneja el oficialismo marca que en diciembre la prioridad será aprobar el Presupuesto 2026 y, posiblemente, la ley de glaciares, perdón fiscal y responsabilidad financiera. Y en la segunda quincena de enero la idea es apurar el resto de los proyectos que incluye la reforma laboral -que se enviará el 9 de diciembre- y la tributaria.

“No conseguimos que el Senado trabaje en espejo; nos dijeron, ya tenemos los pasajes sacados”, confiesa un legislador libertario. De manera que en febrero, se intensificará el debate en la Cámara Alta.

Los libertarios festejaron la incorporación de tres diputados del PRO al bloque oficialista. Los casos de Alejandro Bongiovanni y Verónica Razzini se venían conversando. Lo más celebrado fue la decisión de Silvia Lospennato de asumir en la Legislatura porteña. Su futuro en la Cámara siempre fue una decisión de Mauricio Macri, y entre los libertarios aplauden que el líder del PRO haya habilitado su salida para que quien la reemplaza, la bullrichista Lorena Petrovich, engrosara las filas de LLA.

Hay otro elemento que los libertarios argumentan, a la hora de explicar la salida de Lospennato. Entienden que la relación con Cristian Ritondo hace tiempo dejó de ser buena, previo a la elección de octubre, cuando ella y María Eugenia Vidal se diferenciaban con su voto de algunas decisiones del jefe del bloque de acompañar al Gobierno. Entonces Lospennato prefirió evitar convertirse en una rebelde del bloque PRO.

En esas idas y vueltas del macrismo también parece haber quedado en el camino la incorporación -que parecía inminente- del intendente de Mar del Plata Guillermo Montenegro al gabinete nacional. En algún momento se lo impulsó para presidir un ministerio en el que se fusionarían Justicia y Seguridad; después pareció que iba a ser destinado a Justicia, en lugar de Mariano Cúneo Libarona. Finalmente, no hay indicios y en su entorno así lo confirma, de que su destino no sea otro que el de senador provincial para lo cual fue candidato en los comicios bonaerenses.

Precisamente la próximo legislatura, donde LLA se convertirá en la segunda fuerza, a partir del triunfo del PJ en setiembre debería consolidarse el peronismo si no hubiera tal nivel de enfrentamiento que complica a Axel Kicillof conseguir los votos para endeudarse en algo más de US$3 mil millones. Su principal oposición es el cristinismo.

El gobierno bonaerense trabaja contrarreloj porque cree que tiene más chances de conseguirlo si lo trata antes de que asuman los nuevos diputados y senadores. Por eso, si bien el martes juran los nuevos diputados, en la sesión del miércoles votarán los que finalizan su mandato el 10 de diciembre. Ese día, en espejo, también sesionará el Senado.

Kicillof pasó de ser -antes del 26 de octubre- el próximo e indiscutido candidato presidencial del peronismo a ser, a lo sumo hoy, un precandidato que tiene dificultades de gobernabilidad con el camporismo, a quien entregó las principales áreas y puestos clave.

No encontró mejor solución que aceptar los condicionamientos de La Cámpora a cambio de un apoyo en cuentagotas. En medio de una crisis económica crónica que atraviesa la provincia, acaba de crear el INCAA provincial con un presupuesto de unos $626 millones que será manejado por la ultra cristinista Florencia Saintout.

Pero la sociedad de Máximo Kirchner con Martín Insaurralde ha rendido más frutos, con la venia del gobernador. Manejan las millonarias cajas de Loterías y Casinos, IOMA (la obra social de la provincia) y el Instituto de Previsión Social. Además de áreas políticas claves como la Cámara de Diputados, Salud (Nicolás Kreplak), Justicia (Juan Martín Mena), Medio Ambiente (Saniela Vilar), Cultura (Saintout) y la Defensoría del Pueblo.

Circula en el kicillofismo una argumentación, por ahora incomprobable. Aseguran que el gobernador ha razonado ante su mesa chica que lo primero es conseguir el endeudamiento, y recién después, será tiempo de ir por los cargos camporistas en el gabinete, así como por el PJ provincial hoy en manos de Máximos Kirchner. Habrá que ver.

Es sabido que la aparición de Milei en la política y su meteórica carrera hacia la Presidencia en apenas dos años es consecuencia de un contexto de descrédito hacia la dirigencia, el fracaso de los partidos políticos tradicionales y las recurrentes crisis económicas.

El panorama no es claro aún. Algunos especialistas consideran que la irrupción de Milei no afectará el surgimiento de nuevos líderes como ha ocurrido durante décadas. Otros, en cambio, auguran que emergerán referentes desde otros lugares como influencers, que con miles de seguidores en las redes sociales se transforman en los nuevos comunicadores políticos digitales.

Un reciente trabajo de la consultora Zentrix midió la imagen de los políticos tradicionales pero también de streamers ya consolidados. Así, monitoreó a Pedro Rosemblat, militante peronista -hoy, muy autocrítico- y creador del canal de streaming Gelatina. El resultado fue una imagen positiva de 36,9%, una negativa de 28,8% y un nivel de desconocimiento de 16,7%. Lo explicaría su visibilidad en segmentos urbanos jóvenes y activos en redes sociales. Hicieron lo mismo con Tomás Rebord, también peronista, y arrojó una positiva de 26,5%, 12,3% la negativa y un importante nivel de desconocimiento del 41,3%. Y, por último, midieron a Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan y cara visible digital de Las Fuerzas del Cielo mileístas. Pero registró apenas un 16,7% de positiva, un 59,3% de negativa compuesta incluso por votantes de Milei, y solo un 11,1% de desconocimiento.

A diferencia de Milei que incursionó primero en medios tradicionales y después hizo un trabajo importante en las redes que pasaron a ser la columna vertebral de su comunicación política, estos tres casos nacieron en las redes sociales y tienen escasa llegada a quienes consumen los medios tradicionales. ¿El próximo referente político será original de ese ámbito?

El éxito de Milei parece ser directamente proporcional a la debacle de las alternativas tradicionales de la oposición, en especial la que encarnó históricamente el peronismo. Nadie sabe si el PJ como tal seguirá siendo una opción política -la UCR ha dejado de serlo, por ahora-, o emergerán figuras como el actual mandatario, sin pasado político, ni estructura, y con muy poco que perder.