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La trágica vida del Negro Cáceres, el ex jugador de Selección que sobrevivió a un balazo en la cabeza y volvió a ser noticia por la muerte de su pareja

La trágica vida del Negro Cáceres, el ex jugador de Selección que sobrevivió a un balazo en la cabeza y volvió a ser noticia por la muerte de su pareja
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En 2009, fue víctima de un asalto y un proyectil le perforó el ojo derecho y le fracturó la base del cráneo. Parecía irreversible, pero sobrevivió.Este lunes, su pareja Raquel Candia, cayó en el patio interno de una casa lindera al edificio, en La Matanza.

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  • ⚽️ **Fernando Cáceres**: Exfutbolista argentino, campeón de la Copa América en 1993 y jugador en el Mundial de 1994.
  • 🕵️‍♂️ **Muerte de su pareja**: Raquel Candia, de 45 años, murió al caer del séptimo piso en un episodio confuso; Cáceres estaba presente en el departamento.
  • 🔍 **Investigación**: La fiscalía investiga las circunstancias de la muerte; se considera la posibilidad de femicidio, suicidio o accidente.
  • 💔 **Vida complicada**: Tras su retiro, Cáceres sufrió muchos golpes en la vida, incluyendo un asalto que le provocó graves heridas en 2009.
  • 🚑 **Recuperación**: A pesar de perder la movilidad y un ojo, Cáceres luchó por recuperarse y volvió a trabajar en el fútbol.
  • 📉 **Relación conflictiva**: La familia de Candia denunció situaciones de violencia en la relación y sospecha que alguien pudo haberla matado.
  • 🗣️ **Declaraciones de la familia**: Los hermanos de Candia aseguran que la relación era muy agresiva y hay testigos que corroboran sus denuncias.
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Fernando Cáceres (54) volvió este lunes a estar en las portadas de los diarios. Su pareja, Raquel Candia, de 45 años, murió tras caer del séptimo piso de un edificio en Ramos Mejía en un episodio confuso que aún no pudo ser esclarecido por los investigadores. Muy lejos quedaron aquellos tiempos en que brillaba como defensor central y que lo llevaron a ser, de la mano de Alfio Coco Basile, campeón de la Copa América con la Selección Argentina en 1993 y hasta jugar el Mundial de Estados Unidos 1994, ese en que le cortaron las piernas a Diego Maradona. La vida, sin embargo, le deparó golpes y más golpes al Negro una vez que se alejó del fútbol profesional.

Cáceres, que decía que había nacido en el lado pobre de San Isidro, se había hecho un buen nombre gracias a la pelota para dejar atrás las carencias que había tenido de chico. Su nombre se empezó a escuchar en 1985 como parte de la Selección Sub 16 que tenía como figuras a Hugo Maradona y Fernando Redondo que jugó un Sudamericano en Argentina.

Se había formado en Argentinos Juniors y allí asomó en Primera. La rompía. Era un zaguero rápido, tiempista y con buen juego aéreo y mejor pie. De allí saltó a River en los tiempos de Daniel Passarella DT y el Millonario le abrió las puertas de Europa. Desembarcó en Zaragoza y le fue muy bien. Pero después de tres temporadas, en los tiempos del 1 a 1 volvió a la Argentina para jugar en el Boca de Carlos Salvador Bilardo, con Maradona y Claudio Paul Caniggia como caras de un equipo repleto de figuras.

Apenas jugó un puñado de partidos con la azul y oro y volvió a La Liga de España. Primero en Valencia, luego en Celta de Vigo -donde fue dejó una enorme huella- y más tarde en Córdoba, en la Segunda División. Volvió en 2005 para jugar en Independiente y luego quiso cerrar el círculo en el Bicho de La Paternal, pero la rodilla no lo dejó. Su carrera se cerró con 722 partidos y 32 goles en clubes y 18 presentaciones en la Selección con un gol.

Todo era perfecto para Cáceres luego de una carrera fenomenal. Pero en 2009, dos años después de haberse retirado por la rotura de ligamentos, su vida se torció para siempre. Fue asaltado en Ciudadela por una banda de adolescentes que quiso robarle el BMW en el que transitaba junto a una amiga. Se resistió y fue atacado a balazos. Un proyectil le perforó el ojo derecho y le fracturó la base del cráneo. Parecía irreversible.

Los médicos del Hospital Carrillo le hicieron esquivar la muerte. Las vueltas de esta vida repleta de laberintos: uno de los cirujanos que le salvó la vida fue Juan Carlos Cruz, quien en agosto de 2023 fue asesinado de un disparo en la cabeza por parte de tres delincuentes en el frente de su casa en Morón.

Cáceres, allá por 2009, peleó dos meses por su vida en el Hospital Carrillo. Perdió el ojo. Quedó postrado en una silla de ruedas. Pero el destino parecía ensañado con él. En 2013 fue víctima de una entradera en su casa de Ramos Mejía y le robaron todo el dinero que había ahorrado para continuar con la recuperación que había comenzado cuatro años antes. Los delincuentes lo golpearon y lo saquearon.

Un año antes también había sido noticia. Para mal. Una ex pareja -con la que convivía desde 1995 y con quien se había casado en 2000- lo había denunciado en la Justicia por no cumplir el acuerdo al que había llegado después de un conflictivo divorcio. Le reclamaba que adeudaba la cuota alimentaria.

“Estuve a su lado en todo momento, en total fueron tres meses y cuatro días junto a él en el Hospital Ramón Carrillo, donde la otra ni apareció”, explicaba su ex esposa y agregaba: “Recuerdo que él se había ido a España por 20 días, y cuando llegó los chicos le pidieron que fuera a verlos y él les dijo que se iba a descansar porque estaba exhausto, que los vería al otro día. Y entonces salió con ella y pasó lo que pasó”.

Durante más de una década, el exfutbolista nunca bajó los brazos y hizo todos los tratamientos de recuperación posible para volver a ser. Pudo volver a trabajar en el fútbol. Fundó su propio club, que no prosperó, en Zárate y, durante un tiempo, fue parte de las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, el club donde se formó, como DT. Sin embargo, nunca pudo volver a caminar sin ayuda.

“Tengo que volver a caminar, sueño con eso todos los días. Me levanto sabiendo que habrá una mañana de entrenamiento que depende de mí. Si no lo hago, no lo hace nadie, y esa es la motivación que tengo para seguir viviendo”, le dijo al periodista Lucas Gatti en una entrevista publicada en Infobae en marzo de 2022.

Al ser consultado por la desgracia que le tocó vivir, Cáceres no anduvo con vueltas. “¿Por qué a mí no? ¿Por qué no me puede pasar si soy una persona como cualquier otra?”. Yo gané el día que dije: “Me pasó esto, lo acepto”. Lo superé para ir para adelante y no retroceder. Hoy puedo hacer dos pasos, mañana voy a hacer otro más. Cuando acepté todo lo que me había pasado, ya había ganado. Porque sabía lo que podía hacer y cómo llevarlo a cabo. Entendía en qué lugar estaba y dónde ubicarme. Lo fui asimilando de a poquito hasta que llegar al punto de saber que estoy muy tranquilo y bien. Todo lo que tengo que hacer depende de mí, de nadie más. Los tiempos los manejo yo, las cosas también. Eso para mí es confortable".

Su nombre, con el correr del tiempo, había dejado de aparecer en las noticias. Hasta este primer lunes de diciembre en que volvió a ser el protagonista de una desgracia. Por causas que aún se desconocen, Candia cayó al vacío desde un séptimo piso hacia el patio de una casa lindera. La única persona que estaba en el departamento al momento del hecho era Cáceres. El fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Arribas, intenta determinar por estas horas si fue un femicidio, un suicidio o una muerte por accidente. El ex futbolista, en principio, no está imputado.

La madre y dos hermanos de la víctima plantearon dudas sobre el episodio que acabó con su familiar muerta y no solo denunciaron que hubo situaciones de violencia de género en la pareja, sino que se mostraron convencidos de que “alguien la mató”.

“Ellos vivían muy conflictivos. Siempre con violencia. Era una relación bastante agresiva por parte de él. Muy dramática. Hay testigos y vecinos de acá que nos contaron que hubo violencia anteriormente y que se acercaron al balcón y la empujaron y cayó al precipicio”, contó uno de los hermanos, cuyo nombre no indicó, en declaraciones a los medios.

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