Inter Miami atraviesa el mejor momento de su corta historia, aquella que inició con la fundación el 29 de enero de 2018 por parte del grupo inversor liderado por David Beckham y los hermanos Jorge y José Más. El equipo de Fort Lauderdale, que nunca había superado la primera ronda de los playoffs de la Major League Soccer (MLS), venció 5-1 como local a New York City FC por la final de la Conferencia Este y jugará por la MLS Cup, el título de campeón del fútbol estadounidense. Enfrentará el próximo sábado a San Diego FC o Vancouver Whitecaps, los finalistas del oeste.

Claro está que el historial reciente de éxitos de Inter Miami, ganador la temporada pasada del Supporter’s Shield -trofeo que premio al mejor equipo de la fase regular-, se debe en gran parte a la influencia de Lionel Messi. Es el máximo goleador histórico en la historia del club con 77 tantos en 86 partidos y suma 35 en 32 PJ de la presente MLS. Sin embargo, no tuvo el crack argentino su mejor partido. El que brilló fue Tadeo Allende, la figura de la cancha con dos goles en el primer tiempo y un hattrick para sellar el resultado final.

Primero, el ex Godoy Cruz se escapó en velocidad para recibir un pase largo de Sergio Busquets, le ganó el duelo inidividual al brasileño Raúl Gustavo y, ya adentro del área, definió fuerte al primer palo cuando iban 13 minutos de juego. Luego, a los 22’ conectó de cabeza un centro a medida de Jordi Alba y gritó el 2-0. Tanto Busquets como Alba, compañeros de mil aventuras de Messi en Barcelona y Miami que anunciaron que se retirarán a final de temporada, tendrán un partido más en sus gloriosas carreras. Y será por un nuevo título.

No sufrían los dirigidos por Javier Mascherano, pese a que en el comienzo el conjunto neyorkino quiso imponer las condiciones y jugar el partido cerca del arco de Rocco Ríos Novo. Y entraba en la desesperación la visita. Maximiliano Morález, el ex Racing y campeón de mundo Sub 20 con la Selección Argentina en 2007, le pegó un codazo a Maximiliano Falcón que hizo levantar la temperatura en el Chase Stadium. Messi reaccionó y le tiró primero un “bobo” como al neerlandés Wout Weghorst en Qatar 2022 y luego redobló la apuesta y le tiró por duplicado: “Porque no te vas a la con... de tu madre”. Los tuvieron que separar. Enseguida, el juez amonestó al Marcelo Weigandt. Y Rodrigo De Paul fue a pedirle por la amarilla para Moralez.

De todos modos, ese partido que parecía bajo control pronto se descontroló. Un tiro libre preciso de Morález, quien también jugó en Vélez y fue campeón (Clausura 2009 y 2011), encontró la cabeza de Justin Haak, autor del descuento en el tramo final del primer tiempo. Fue una nueva muestra de la debilidad defensiva del Inter, que sufre cada vez que le llegan. Todavía no había tenido una buena intervención el arquero Ríos Novos y tuvo que ir a buscar la pelota al fondo de la red.

En el complemento se repartió el dominio. Rápidamente tras el silbatazo inicial tuvo su hattrick Allende con un cabezazo en el borde del área chica, pero remató exigido y la pelota se fue desviada. Luego, respondió el visitante con centros al área y un remate de Julián Fernández, otro ex Vélez, que obligó a la primera gran atajada de Ríos Novo. Se mantenía la incertidumbre en las tribunas, donde habitualmente se escuchan tradicionales canciones de cancha del fútbol argentino, hasta que Messi se tomó un tiempo de más dentro del área y llegó al récord de 405 asistencias para servirle el gol a Mateo Silvetti, otro de los tantos argentinos en cancha, que definió fuerte y cruzado.

Lo gritó con todo Mascherano, quien había dicho en la previa que su equipo debía jugar el partido como una final. Sabía de la complejidad del encuentro y sintió en ese instante que lo más difícil ya estaba hecho. A partir del gol de Silvetti, que liquidó el encuentro, se vio lo mejor de los de rosa. Todavía sin brillar, Messi comenzó a manejar la pelota y a cansar a los rivales, que habían hecho el esfuerzo e igualmente se veían dos goles abajo. Y todavía faltaba más.

Jordi Alba, de 36 años, corrió a los 38 minutos del segundo tiempo como si todavía fuera un pibe, llegó hasta adentro del área y se lució con una asistencia genial de taco para el venezolano Telasco Segovia, autor del 4-1. Y en la última jugada del encuentro, Allende se lanzó en velocidad luego de un pase al espacio del ingresado Yannick Bright y se la picó al arquero para, ahora sí, gritar su hattrick. Fue el 5-1 y el final. El árbitro Jon Freemon apeló a la lógica y señaló el círculo central e hizo sonar su silbato cuando se cumplieron los 45 minutos. Y hubo festejos en el centro del campo de juego.

Aunque la final de Conferencia no otorga un título, se realizó una ceremonia de premiación con entrega de medallas y un trofeo simbólico que Carlos Alcaraz, el número 1 del mundo de la ATP, le entregó a Messi. Ahí mismo, en Fort Lauderdale, será la final del próximo sábado. Será el último partido de la carrera de Busquets y Alba, dos leyendas del fútbol español. Será la oportunidad para que Mascherano gane su primer título como DT y se saque de encima un peso importante. Y será, además, la chance para que Messi gane su título 46. Por si algo le faltaba.