Hay cosas que la razón no entiende, como que un auto sea competitivo en el ritmo de carrera pero esté muy lejos en la velocidad a una vuelta. Eso le sucede a Franco Colapinto en su debut en el circuito Gilles Villeneuve, donde completó un desconcertante primer día de actividad del Gran Premio de Canadá, décima prueba del año de la Fórmula 1 y cuarta para el argentino en Alpine.

Los números dirán que el piloto de 22 años fue 19° en la FP1 y 18° en la FP2 y que sufrió dos trompos -uno en cada sesión- en el mismo sector del trazado urbano ubicado en la Île Notre-Dame de Montreal, la curva 2, cuando su A525 se giró en el centro de curva, una problemática que desconcertó hasta a los expertos. Sin embargo, el análisis debe ser más fino que el estadístico, porque cuando los equipos cargaron los tanques en la segunda práctica incluso fue más rápido que su compañero de equipo, Pierre Gasly, en su mejor giro (1m16s549, con la goma media).

“No entiendo por qué soy tan competitivo en el long run con nafta, más rápido que Pierre. Y después con poca nafta y con goma nueva estoy tan lejos. No sé. Hay cosas que no tienen mucho sentido”, dijo Colapinto en ESPN tras terminar último un ensayo que no tuvo a Charles Leclerc -que chocó en la FP1, al pasarse de largo en la primera S, y no pudo tener lista la Ferrari- ni a Lance Stroll, que rompió la suspensión al rozar el muro y se quedó fuera de competencia en su regreso a Aston Martin tras la operación en la muñeca que le impidió correr en España.

En su primer análisis, antes de reunirse con los ingenieros en una larga noche de evaluaciones en el box de Alpine, el piloto que reemplazó a Jack Doohan hace menos de un mes arriesgó que “en el long run, cuando combinás un poco menos, no metés tanto freno en las curvas, tanto grip lateral, el auto iba mejor”. “Tengo que tratar de entender un poco el porqué hoy a la noche -avisó-. Creo que el long run fue muy bueno. Así que hay que entender un poco el porqué y mejorar. Solo se puede. Si estamos competitivos en el long run, no hay porqué no estarlo en qualy”.

En este regreso a la F1, a Colapinto se le pedía esa consistencia en el ritmo de carrera que finalmente tuvo con muchas vueltas en el final de la FP2. Pero en lo que fue velocidad final, pese a que fue uno de los pocos que gozó de una pista vacía y sin tráfico en su mejor intento, firmó un tiempo de 1m13s898, que lo hizo quedar a 1m775s de George Russell, el más rápido con el Mercedes (en una jornada en la que McLaren probó innovaciones aerodinámicas y no estuvo en el top 3 de la FP1 por primera vez en el año). Pero lo preocupante no fue eso, sino que Gasly, con el otro Alpine, le sacó un segundo.

A menudo, para expresar el desconcierto se dice que uno queda patas para arriba. Y en el caso del piloto que debutó el año pasado en Williams con un rendimiento sobresaliente -incluidos puntos en su segunda carrera- fue literal. El medio trompo que protagonizó en el inicio de la primera sesión tras salir de la curva 1 y encarar la segunda se repitió como si fuese un loop en la segunda práctica libre. “El auto está muy desconectado, en curva lenta no pude doblar y ya de atrás se va”, explicó. “Así que, nada, un poco complicado el día de hoy. Así que hay que entender por qué fue tan bueno comparado con lo otro y mejorar para mañana”, insistió aún desconcertado de cara a un sábado con un solo ensayo previo a la clasificación.

En lo que va de esta corta experiencia en Alpine, donde comenzó como piloto reserva, Colapinto solo disputó la Q1 (fue 20° en Mónaco y 19° en Barcelona), ya que en su arranque en Imola sufrió un choque que le impidió continuar en la clasificación pese a que había quedado 15°. Canadá, tras el primer día, no parece el mejor lugar para ir por esa Q2. Aunque el trabajo de madrugada puede ser clave.