Cuesta caminar por La Banda, localidad de Santiago del Estero ubicada a orillas del Río Dulce -del otro lado de la capital provincial-, y no cruzar a un hincha de Racing. Mientras la mayoría de los santiagueños se refugiaban del sol y de los más de 40 grados de sensación térmica que quemaban al mediodía y en las primeras horas de la tarde, los fanáticos racinguistas se saltearon la hora de la siesta y armaron su propia fiesta en la previa de la final ante Estudiantes.

El lugar elegido fue el patio exterior de la cervecería Beer Garden, a cinco kilómetros del estadio Madre de Ciudades -el escenario de la definición de esta noche- y a la misma distancia del hotel Marias, donde se hospeda el plantel comandado por Gustavo Costas. La mayoría viajó 17 horas en micro, otros lo hicieron en los cinco vuelos chárter que puso a disposición el club y algunos manejaron el largo trayecto de más de 1.000 km. Desde Avellaneda, Villa Fiorito, Claypole, Laferrere. Todos unidos por la misma ilusión.

Hay cerveza, coca-cola y fernet, hay vendedores ambulantes que ofrecen gaseosa y agua para intentar soportar el calor. Hay aspersores prendidos y cada uno los utiliza para mojarse la cabeza o directamente saltan y cantan en medio del chorro de agua. Es la definición de la feclidad plena. No queda un lugar disponible a la sombra, pero los racinguistas disfrutan del mejor momento de su club en décadas. Y suena un hit: "Llegó la banda de la Acadeé... Re loco yo te vengo a ver... Acá no importa el resultado... Yo te sigo a todos lados descontrolado".

"El hincha de Racing es una locura, es todo. Racing para mi es todo. ¿Qué querés que te diga", cuenta Franco, de Claypole, uno de los tantos que hizo ese largo trayecto terrestre pudiendo dormir apenas un par de horas de corrido. "Acá no durmió nadie, olvidate", agregó otro, de Fiorito, la tierra de Diego Armando Maradona. Ambos coinciden en el nombre que refuerza la ilusión de la Academia: "Maravilla (Martínez). Se viene otro gol de Maravilla. Yo le tengo fe. Es un crack".

Si hay un color (o dos) que dominan en la escena santiagueña, ese es el celeste y blanco de Racing. Habrá 20.000 hinchas de la Academia en el Madre de Ciudades, quienes agotaron las entradas que les fueron asignadas y ocuparán la popular Norte y las plateas Este y Norte Oeste. Sin embargo, los fanáticos del Pincha también se harán sentir con cupo completo de 13.500 en la popular Sur y la platea Sur Oeste.

En las inmediaciones del hotel Hilton, en Santiago del Estero capital, donde se hospeda el plantel, se ven camisetas rojiblancas, muchas más que cuando los dirigidos por Eduardo Domínguez llegaron allí el viernes a la tarde. Ya quedó atrás el susto por el accidente en la ruta 8 que afortunadamente no pasó a mayores y se palpita la final.

Por ejemplo está Daniel, un platense que conoció la provincia norteña en la última edición del Trofeo de Campeones (Estudiantes 3, Vélez 0) y se quedó a vivir: "Ojalá se nos dé. Entramos por la ventana, con todos los problemas con la AFA, fuimos prejudicados aunque digan que no. Pero somos Estudiantes, como siempre solos contra todos, y no nos tienen que dar por muertos".