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“Los de Abajo”, la historia de la barra brava de la Universidad de Chile que funciona como “un club” aparte y les ofrece un abogado a sus “afiliados”

“Los de Abajo”, la historia de la barra brava de la Universidad de Chile que funciona como “un club” aparte y les ofrece un abogado a sus “afiliados”
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Nacieron a fines de los 80, cuando un grupo de jóvenes se desprendió de la barra "Imperio Azul".En 2016, se constituyeron como una "organización sin fines de lucro" y los hinchas pueden asociarse a la barra y hasta pagan una cuota.Entre otros beneficios, "tienen derecho a la defensa penal e infraccional de un abogado".

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  • ⚽ **Incidentes en el Estadio**: Durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile, la barra "Los de Abajo" inició conflictos.
  • 📅 **Origen de las Barras**: "Los de Abajo" se formó en 1989, tras una ruptura con el Imperio Azul, buscando un lugar más cerca del campo.
  • 📱 **Exposición Pública**: Esta barra organiza eventos y tiene una fuerte presencia en redes sociales, incluyendo una tienda oficial.
  • 🚌 **Traslado Organizado**: Usaron ómnibus para trasladar a sus seguidores al partido, pidiendo orden y calma en las filas de ingreso.
  • 🏥 **Información a Hinchas**: Después de los incidentes, compartieron información sobre los heridos y detenidos, asegurando que no hay fallecidos.
  • 📉 **Relación con la Dirigencia**: La relación con la administración del club ha tenido altibajos, especialmente tras cambios en la propiedad.
  • 👥 **Club Deportivo**: "Los de Abajo" se constituyó como una organización sin fines de lucro en 2016 para gestionar sus actividades.
  • 💵 **Cuotas para Socios**: Los hinchas pueden unirse pagando cuotas, lo que financia proyectos de la barra y les da acceso a defensas legales en situaciones judiciales.

Los incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América el miércoles, durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana, colocaron en el centro de la atención mediática a Los de Abajo, la barra del conjunto chileno, puesto que la fracción de ese grupo que viajó a Buenos Aires fue la que inició las hostilidades en Avellaneda.

El fenómeno de las barras organizadas en Chile tiene su génesis en la década de 1980. La primera fue la Garra Blanca, de Colo-Colo. En el caso de Universidad de Chile, el primer grupo fue el Imperio Azul, que se ubicaba en el sudeste del Estadio Nacional. En 1988, cuando su equipo deambulaba por el fondo de la tabla y el descenso era una amenaza seria (terminó concretándose unos meses después), un grupo de 15 simpatizantes jóvenes, más fervorosos y ruidosos que el núcleo del Imperio Azul, se desprendió y se ubicó en la parte baja de la tribuna, pegado al alambrado que separaba a los espectadores del terreno de juego.

La ruptura definitiva de ese grupo con el Imperio Azul se produjo tras un partido ante Colo-Colo a comienzos de 1989. Los jóvenes robaron una bandera de la Garra Blanca y la barra de la U, que no veía con buenos ojos esas prácticas, exigió la devolución del trapo. Los jóvenes se negaron y, para dejar claras las diferencias de criterio, se mudaron a partir del siguiente encuentro del equipo en el Estadio Nacional al sector sudoeste. Así nacieron oficialmente Los de Abajo, que rápidamente fueron creciendo hasta transformarse en una de las dos barras más poderosas del país.

A diferencia de lo que sucede con las barras en Argentina y más en línea con las prácticas de algunos grupos organizados de hinchas de clubes europeos, Los de Abajo tienen un alto nivel de exposición pública voluntaria. Tienen cuentas en las redes sociales en las que se muestran en los partidos que juega su equipo y también dan difusión a sus iniciativas: organizan campeonatos de fútbol para simpatizantes, eventos benéficos y colectas. Además, el mes pasado inauguraron una tienda oficial en la comuna de Puente Alto, en el conurbano sur de Santiago de Chile. Allí se vende “vestimenta oficial de Universidad de Chile y de Los de Abajo, accesorios, stickers, gorros y mucho más”.

A través de su cuenta de Instagram, los voceros de Los de Abajo tuvieron una intensa actividad el miércoles y el jueves. Antes del inicio del partido con Independiente, explicaron cómo se había organizado el traslado en ómnibus y combis (que la barra había alquilado) desde Puerto Madero hasta el Libertadores de América. Más tarde, pidieron a quienes estaban formando fila para ingresar al estadio que lo hicieran “de manera paciente y tranquila”.

La actividad se intensificó tras los incidentes. “Camaradas, como barra estamos haciendo nuestro máximo esfuerzo para brindar información, estamos en una situación extremadamente complicada. Agradecemos sus mensajes de apoyo en estos momentos tan difíciles para toda nuestra hinchada, esperamos retornar con todos y todas al país. En las próximas horas estaremos organizando formas de ayudar a los azules. Los de Abajo no abandonan!!!! Acá estamos firmes y preocupados por cada uno de nuestra familia azul”, decía el primer mensaje posterior a la batalla campal.

Luego compartieron varios reportes sobre el estado de salud de los simpatizantes internados en el Hospital Fiorito y en el Presidente Perón, y también sobre los detenidos y trasladados a dependencias policiales, entre ellos algunos menores de edad. Además, lanzaron colectas para los familiares de algunos de los heridos y detenidos. Y procuraron llevar calma a quienes seguían los hechos desde Chile. “No hay ninguna información de camaradas fallecidos. Por favor, a las páginas de la U que llegan y suben información, sean responsables y empáticos. Nosotros estaremos dando información real y oficial”, señalaron.

La barra ha tenido una relación con altibajos con la dirigencia de la institución, sobre todo desde que cambió su estructura societaria: la Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile (Corfuch) quebró y la concesionaria Azul Azul compró el club en mayo de 2007. En estos días, la corredora de bolsa BCI es la propietaria mayoritaria de Azul Azul, con la que Los de Abajo no ha forjado un vínculo extremadamente cordial.

El mes pasado, cuando la dirigencia decidió no contratar al veterano delantero Eduardo Vargas, un ídolo de la hinchada de la U (fue campeón de dos torneos locales y de la Copa Sudamericana en 2011), Los de Abajo, a través de un comunicado publicado en su página oficial, cuestionaron duramente a la administración de Azul Azul y exigieron refuerzos.

“La U no es, y no será nunca, una empresa que ustedes manejen con el bolsillo de un par, aunque ustedes crean lo contrario. Porque cuando ustedes no estaban, eran su gente y su hinchada quienes hicieron grande al club. Y hoy, cuando están, sigue siendo su gente lo más importante. En base a formación histórica es que les exigimos respeto por los colores y por aquellos jugadores que han hecho historia en la Universidad de Chile”, reclamaron.

La barra de uno de los dos gigantes del fútbol chileno se gestó como una organización informal hace poco más de 35 años. Pero hoy es algo más: en agosto de 2016, el sector organizado de la hinchada formó el Club Deportivo Social Cultural Los de Abajo. ¿Qué es? “Una organización sin fines de lucro fundada con el objetivo de darle legalidad y orgánica a nuestra hinchada, (que) nace con la misión de fortalecer y promover las prácticas deportivas, culturales y sociales que se dan al interior de nuestra barra”, según explica en su sitio web el Directorio del club, que es presidido por Christopher Melo Rubio.

Los hinchas pueden asociarse a Los de Abajo, para lo cual deben completar un formulario, pagar una cuota de inscripción de 5.000 pesos chilenos (5,15 dólares) y luego abonar una cuota semestral de 10.000 pesos chilenos (10,30 dólares). Ese dinero permite que se financien “múltiples proyectos de la hinchada” y que la barra funcione “completamente autogestionada por y para hinchas de la U”. Los socios, además, pueden participar en las reuniones y asambleas.

Uno de los beneficios de los que gozan los socios de Los de Abajo es el acceso a la denominada Defensoría del Hincha. “Todos los socios y socias tienen derecho a la defensa penal e infraccional de un abogado en caso de que sean sancionados por delitos, faltas o infracciones en el contexto de un espectáculo de fútbol profesional, sea en el interior del recinto deportivo o en sus inmediaciones”, explica la barra en su sitio. Probablemente algunos de los simpatizantes que fueron detenidos en Avellaneda estén haciendo uso de ese beneficio en estas horas.

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