Cuando el CEO de Berkshire Hathaway, Warren Buffett, habla, los inversores profesionales y principiantes suelen prestar mucha atención. Esto se debe a que el "Oráculo de Omaha", como se le conoce, ha superado con creces al índice de referencia S&P 500 en términos de rentabilidad durante casi seis décadas.

Mientras que el S&P 500 generó un rendimiento total impresionante, incluyendo dividendos, de alrededor del 34,200% desde mediados de la década de 1960, Buffett ha gestionado un rendimiento agregado en las acciones Clase A (BRK.A) de su empresa que se acerca al 5,000,000%. Por lo que no es de extrañar que decenas de miles de inversores acudan a Omaha, Nebraska, cada año para escuchar a Buffett hablar sobre acciones y la economía estadounidense.

Esto también explica por qué los inversores esperan con ansiedad la presentación trimestral del Formulario 13F de Berkshire Hathaway. Un 13F proporciona una radiografía instantánea de lo que los gestores de dinero más brillantes y exitosos de Wall Street compraron y vendieron en el trimestre más reciente.

Aunque históricamente los 13Fs de Berkshire han sido una mina de oro para los inversores, no cuentan toda la historia sobre la acción favorita de Warren Buffett para comprar.

Basado en las declaraciones de Buffett durante la última reunión anual de accionistas de su empresa, él y sus principales asesores de inversión (Todd Combs y Ted Weschler) vendieron alrededor del 13% de su posición líder en la acción tecnológica Apple por razones fiscales en el trimestre que terminó en marzo. Esto redujo el valor de mercado de la participación de Berkshire en la firma de la manzanita a unos u$s144,5 mil millones, al cierre del mercado el 10 de mayo.

Sin embargo, Buffett y su equipo están sentados sobre una ganancia no realizada masiva. Según la prensa estadounidense, se estima que Berkshire Hathaway tiene un costo base de menos de u$s40 en Apple. Esto sugiere que Buffett y compañía gastaron alrededor de u$s31,3 mil millones para comprar las acciones de Apple que actualmente poseen.

El Oráculo de Omaha y su equipo también destinaron grandes sumas acumulando las participaciones de Berkshire en dos compañías energéticas integradas, Chevron y Occidental Petroleum. Aproximadamente u$s16 mil millones y u$s13 mil millones, respectivamente, se han invertido en acciones de Chevron y Occidental, y esto no cuenta los u$s8,5 mil millones en acciones preferentes de Occidental Petroleum que Berkshire también posee.

Gastar un total de u$s29 mil millones en acciones energéticas es un indicador bastante conciso de que las mentes de inversión más inteligentes de Berkshire esperan que el precio del crudo se mantenga elevado. Después de años de inversión de capital insuficiente durante la pandemia por parte de los principales actores energéticos (incluidos Chevron y Occidental), la oferta global de crudo está restringida. Sin una solución fácil a la vista, los precios más altos deberían ser beneficiosos para los segmentos de perforación de alto margen de ambas compañías.

Warren Buffett invirtió bastante capital de su empresa cuando la compañía de bebidas Coca-Cola y el proveedor de servicios de crédito American Express se agregaron al portafolio de Berkshire en 1988 y 1991, respectivamente. Según una carta anual previa a los accionistas, Buffett señala que el costo base de su empresa en Coca-Cola y AmEx es aproximadamente u$s1,3 mil millones para cada empresa.

En su última carta anual a los accionistas, Buffett se refirió a Coca-Cola y American Express como participaciones "indefinidas". Son empresas con marcas y marketing especialmente fuertes que se benefician de largos períodos de crecimiento económico.

En conjunto, Warren Buffett ha invertido alrededor de u$s63 mil millones en estas cinco participaciones principales. Aunque eso pueda parecer mucho dinero, en realidad es superado por la cantidad de efectivo que ha gastado comprando acciones de su acción favorita en los últimos seis años.

En ese sentido, la compañía de la que Warren Buffett ha gastado más dinero comprando acciones que Apple, Chevron, Coca-Cola, American Express y Occidental Petroleum, combinadas, es Berkshire Hathaway.

Antes de mediados de julio de 2018, Warren Buffett y el difunto, gran Charlie Munger, tenían las manos atadas en cuanto a la recompra de acciones. Las recompras solo se permitían si las acciones de Berkshire caían a o por debajo del 120% del valor en libros (es decir, no más del 20% por encima del valor en libros declarado en el trimestre más reciente). En ningún momento las acciones de Berkshire alcanzaron este umbral durante la década de 2010.

El 17 de julio de 2018, el consejo de administración de Berkshire Hathaway adoptó nuevas medidas que permitieron a Buffett y Munger salir del banco proverbial y trabajar su magia. El consejo de Berkshire dio luz verde a las recompras de acciones sin límite ni fecha de finalización, siempre y cuando: Berkshire Hathaway tenga al menos u$s30 mil millones en efectivo, equivalentes de efectivo y bonos del Tesoro de EEUU en su balance; y

Debido a que la compañía de Buffett no paga dividendos, un programa constante de recompra de acciones es una manera fácil para que el Oráculo de Omaha recompense a sus accionistas a largo plazo. Comprar constantemente acciones y reducir el número de acciones en circulación incrementa de manera incremental las participaciones de los inversores a largo plazo.

Además, las empresas con ingresos netos constantes o crecientes suelen ver aumentar sus ganancias por acción (EPS) a medida que disminuye su número de acciones en circulación. Con la pila de efectivo de Berkshire potencialmente acercándose a los $200 mil millones este trimestre, Buffett tiene todos los incentivos para seguir comprando su acción favorita.