El riesgo país cayó a su mínimo en cinco años y el mercado mide si Luis Caputo está cerca de acceder al crédito internacional
El riesgo país alcanzó recientemente su nivel más bajo en cinco años. Esta reducción refleja una mejora en la percepción de riesgo por parte de los inversores internacionales. Sin embargo, aún persisten desafíos a corto y mediano plazo.
El mercado se muestra cada vez confiado en que la Argentina cumplirá con sus pagos de deuda, por lo que la cotización de los bonos sube y el riesgo país cayó a su nivel más bajo desde julio de 2019. Un clima internacional más favorable para la Argentina hasta la consolidación del superávit financiero y la acumulación de reservas explican el ánimo de los inversores.
Los títulos de deuda alcanza valores máximos desde la reestructuración de deuda en 2020. En la tercera rueda de la semana, el riesgo país se posiciona en 800 puntos básicos. Para encontrar una cifra similar, hay que remontarse al 31 de julio de 2019, cuando el indicador se ubicaba en 781 puntos básicos. En aquel entonces, se estaba disputando la carrera presidencial entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, un momento de incertidumbre que empezó a recalentar al índice.
Los títulos de deuda alcanza valores máximos desde la reestructuración de deuda en 2020.
Dos semanas después, las urnas sorprendieron con la victoria de la entonces oposición y, al día siguiente, el riesgo país se disparó de 872 puntos básicos a 1.467 puntos básicos. Apenas unos días después, ya superaba los 2.500. Con un riesgo país en 800 puntos básicos, la pregunta que se asoma es: ¿Cuándo podrá Argentina acceder a los mercados internacionales con tasas de un dígito?
Según Delphos Investment, "el riesgo PAIS en 800 puntos o menos acerca oportunidades de financiamiento ya sea vía REPO o un canje de deuda, aliviando los requerimientos financieros en 2025". El rango de riesgo país que ven los analistas financieros para acceder a los mercados internacionales es de entre 500 y 400 puntos básicos. Este indicador, elaborado por el J.P Morgan para medir la diferencia entre las tasas de interés que pagan los bonos denominados en dólares emitidos por los países mencionados y los bonos del Tesoro de EEUU, considerados "libres" de riesgo.
En simultáneo, el proceso iniciado por la Reserva Federal de reducción de la tasa de interés norteamericana tampoco debería ser interrumpido. Según ese sendero, hacia fin del próximo año, las sucesivas bajas dejarán la tasa en el rango de 3.75% - 4% anual. En esas condiciones, el Gobierno podría emitir deuda nuevamente después de casi 8 años fuera de los mercados a una tasa entre 8% y 9% anual.
Las buenas noticias no frenaron para la administración de Javier Milei y de Luis Caputo como ministro de economía. Según los analistas de 1816, estas fueron las noticias positivas que incentivaron al mercado:
1. La inflación de octubre del 2,7% dejaron lejos el nivel inercial de 4% y permitiendo que se confirme la baja del crawling peg del 2% al 1%, para continuar con el sendero de desinflación.
2. La oposición no consiguió los votos para cambiar la ley de DNU.
3. Argentina con un rol protagónico en EEUU tras la victoria de Trump, mejora las condiciones del país a nivel regional y mejor manejo de la renegociación con el FMI.
4. El Banco Central sigue comprando divisas en el MULC.
5. Los indicadores salariales muestran una mejora en octubre y noviembre.
Hacia adelante, el Gobierno enfrentará el próximo pago de Bonares y Globales el 9 de enero, en donde ya cuenta con los dólares para hacerlo. El plan de Economía apunta a un canje voluntario de títulos en el que se ofrecería un mayor rendimiento a cambio de extender duration.
Sin contar los pagos de enero que ya están cubiertos, el Tesoro deberá afrontar vencimientos por unos u$s7.000 millones, lo cual no representa una obstáculo insalvable durante el próximo año.