Presupuesto 2025: gobernadores apuestan a la convocatoria a sesiones extraordinarias y ganan tiempo para negociar
Aunque en la Casa Rosada relativizan la necesidad de contar con la ley, tanto Nación como las provincias pretender acordar. Cumbre del ministro Luis Caputo con dos mandatarios.
Los tironeos de los gobernadores con Javier Milei por el Presupuesto 2025 configuraron un nuevo escenario de tensión entre la Casa Rosada y las provincias. Lo curioso es que, más allá de los intereses contrapuestos, ambas partes tienen intención de que la ley se apruebe en el Congreso. Por eso, que el oficialismo admitiera que está dispuesto a convocar a sesiones extraordinarias fue visto por los distritos como un guiño, ya que se extendería el plazo para negociar.
Por más que en las filas libertarias relativicen la necesidad de contar con su propia hoja de ruta, Milei y su crew no ignoran la importancia de tener reglas del juego claras, tanto para los mercados como para los organismos internacionales, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la cabeza. A la vez, padecer un revés en el parlamento en un tema sensible, donde la mayoría de la dirigencia política se muestra dispuesta a colaborar, no sería una buena señal hacia el exterior.
Del otro lado de la arena, los jefes provinciales necesitan precisiones. En medio del duro ajuste, debieron apelar a recursos propios para morigerar el paso de la motosierra en ítems centrales como la obra pública, el transporte y diversas cajas autóctonas. Por ese motivo, el año entrante se anticipa austero. En este punto vuelven a coincidir tanto los violetas como los mandatarios de Juntos por el Cambio (JxC), los provincialistas y los peronistas díscolos, principales puntales del Gobierno tierra adentro.
Particularmente, Milei ensayó un giro diplomático: en vez de seguir delegando las conversaciones en el omnisciente Guillermo Francos, decidió ponerse él mismo al frente. Así, mantuvo encuentros con 14 de los 24 caciques del país, en grupos separados. Ese deshielo pareció abrir una puerta a una etapa con menor conflictividad en la convulsa gestión de La Libertad Avanza (LLA). Sin embargo, duró poco: una vez que aparecieron los números, la cancha se embarró.
De repente, todos los reclamos maquillados por las nuevas buenas formas del Presidente hicieron implosión. Cajas previsionales, deudas del Consenso Fiscal 2017, traspaso de obra pública, más volumen de Coparticipación Federal y un reparto equitativo de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) colmaron la mesa de los despachos nacionales. Lejos de otros tiempos, en la Casa Rosada ahora apelan a peronistas díscolos, como el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil, y a provincialistas como Hugo Passalacqua (Misiones) y Gustavo Sáenz (Salta) para empujar sus iniciativos. Hasta no hace tanto, ese lugar lo ocupaba la tropa JxC.
La dinámica también es alimentada por los humores de Mauricio Macri y su complejo vínculo con Milei. Por más que Jorge Macri (CABA), Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), los tres gobernadores del PRO, ensayen posturas autónomas sobre distintos aspectos de la coyuntura, la palabra del expresidente sigue teniendo peso propio en las posiciones de la escudería amarilla.
En lo concreto, la decisión del oficialismo de suspender este martes la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, donde se esperaba que algunos de los proyectos de ley en danza obtuvieran dictamen, generó una doble lectura en las provincias. Primeramente, dominó el malestar, ya que consideraron que la Casa Rosada volvió a tirar de la cuerda, amenazando con prorrogar la ley vigente. No obstante, la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias revelada por José Luis Espert amainó la tormenta.
De concretarse, se extenderá el plazo para negociar. "El Gobierno necesita el presupuesto por los mercados y los gobernadores también quieren que tenga presupuesto, pero no se puede planificar el 2025 otra vez haciendo pelota a las provincias", graficaron a Ámbito desde oficinas PRO.
En pleno ajetreo, dos gobernadores de fuste desembarcarán este miércoles en el Palacio de Hacienda, donde se reunirán con el ministro Luis "Toto" Caputo. Se trata de Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y de Martín Llaryora (Córdoba). La excusa del cónclave será la suscripción de los convenios de contragarantía, para avanzar en el préstamo de u$s100 millones que otorgará el Fondo Saudí para la ejecución de los bloques B y C del Acueducto Biprovincial, que suministrará agua potable a 400 mil habitantes de ambas provincias.
Previamente, Caputo firmará el contrato de garantía del préstamo con los representantes del Fondo Saudí, ya que el Estado Nacional, por ser soberano, opera como garante ante el Fondo. Por este motivo, los gobernadores de Santa Fe y Córdoba firmarán con Nación un segundo contrato, puesto que si el gobierno central debe afrontar la deuda, la misma se retendrá de la coparticipación.
El gobernador de Santa, Maximiliano Pullaro, y su par de Córdoba, Martín Llaryora.
El acto se desarrollará en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la participación de los ministros santafesinos de Obras Públicas, Lisandro Enrico, y de Economía, Pablo Olivares; el director ejecutivo de la Agencia de Cooperación Económica y Financiamiento Externo, Gonzalo Saglione; y el ex gobernador Omar Perotti, quien firmó el préstamo durante su gestión.
En el entorno de ambos jefes provinciales, no descartaban la posibilidad de que el encuentro con Caputo sirviera para acercar posiciones respecto al tratamiento del Presupuesto 2025.
Milei, por su parte, dedicó la última semana a la agenda internacional. Del encuentro con Donald Trump en EEUU, a la curiosa foto con Xi Jinping, pasando por la cumbre del G20 en Brasil, la reunión con Kristalina Giorgieva y la recepción a la italiana Giorgia Meloni, los quehaceres domésticos quedaron en segundo plano para el mandatario.
De regreso a la rutina, todos esperan su palabra, que terminará de definir buena parte de lo que ocurra con el Presupuesto 2025.