La noche que Russo se fue a dormir siendo DT de la Selección Argentina
- ⚽ **Trayectoria única**: Miguel Ángel Russo tuvo una carrera variada y sin etiquetas específicas como entrenador.
- 🏆 **Éxito en Boca**: Alcanzó la cima al dirigir a Boca Juniors, donde ganó la Copa Libertadores en su primera experiencia con un grande.
- 🇦🇷 **Cerca de la Selección**: Russo estuvo muy cerca de ser el director técnico de la Selección Argentina en dos ocasiones, pero no se concretó.
- 📅 **2008, una oportunidad perdida**: En octubre de 2008, tras la salida de Alfio Basile, su nombre fue considerado para el cargo pero finalmente fue elegido Diego Maradona.
- 🗞️ **Comunicación crucial**: Grondona, presidente de AFA, lo contactó directamente, y Russo tenía mucho apoyo mediático en ese momento.
- ⏳ **Segunda posibilidad fallida**: En 2016, después de la salida del Tata Martino, también fue considerado, pero el puesto fue para Edgardo Bauza.
- ❌ **Una cuenta pendiente**: Russo nunca dirigió la Selección, lo cual considera su gran desafío no alcanzado, a pesar de haber sido parte de procesos previos.
- 🧠 **Lecciones aprendidas**: A lo largo de su carrera, entendió las decisiones difíciles en la dirección técnica gracias a su mentor Carlos Bilardo.
Tal vez no haya una categorización como entrenador que describa específicamente quién fue Miguel Ángel Russo en su carrera. Encasillarlo o etiquetarlo, a partir de lo que fue su extensa y variada trayectoria, no sería preciso. Y tal vez por eso su camino siempre tuvo una sorpresa más a mano.
Empezando desde bien abajo, se fue instalando en equipos de más relevancia y llegó a lo más alto cuando se sentó en el banco de Boca, para encima coronar esa primera experiencia en un grande con la Copa Libertadores. Sin embargo, hubo un paso que no pudo dar, aunque estuvo en el borde de hacerlo: la Selección Argentina, esa que una noche lo tuvo informalmente como su DT, según el mismo había confesado.
En realidad, fueron dos veces las que su candidatura parecía pesar más que cualquier otra para asumir el cargo. Pero la que Miguel nunca olvidó fue aquella de octubre de 2008, cuando ya era parte del olimpo xeneize pero estaba a cargo de un buen San Lorenzo que peleaba arriba.
La salida de Alfio Basile después de una derrota en Chile y con un trasfondo que el tiempo llenó de dudas dejó vacante el puesto más codiciado. Las miradas lo apuntaron, como también lo hicieron con Sergio Batista, recientemente consagrado como campeón olímpico en Beijing.
“Me llamó el que tenía que llamar, no había otro", relató el propio Miguel años después, en referencia a una comunicación que Julio Humberto Grondona mantuvo directamente con él. Y hasta recordó que "fui tapa de un diario importante, que tenía la misma data. Me llamaban los periodistas y yo no quise decir nada. Menos mal...".
La carta que nadie tenía en cuenta y Don Julio jugó estratégicamente (en una Selección ganada por el descrédito popular después de 15 años sin títulos y muchas frustraciones a cuestas) fue una apuesta incomparable, con un nombre fuera de toda discusión y al que nadie resistiría la tentación de volver a verlo vestido de celeste y blanco: nada menos que Diego Armando Maradona.
"Estuve cerca, muy cerca. Me llamaron una noche, me dijeron: 'sos el técnico de la Selección' y a la mañana ya no era más. Es así todo esto. Tampoco me hice mucho drama ni nada por el estilo, tampoco me abrí el pecho y me clavé un puñal. Seguí viviendo a mi forma y a mi manera...", recordó, bien con su estilo.
Ocho años después, y siempre con la Selección acumulando años sin resultados, la salida del Tata Martino después de perder la segunda final de América en un año abrió nuevamente la sucesión.
Otra vez, Miguel picó en punta, aunque en un contexto absolutamente diferente al habitual en AFA: ese que tras la muerte de Grondona dejo casi acéfala la conducción y que -en ese preciso momento de 2016- tuvo en una comisión normalizadora encabezada por Armando Pérez la responsabilidad de elegir el nuevo DT, cargo que terminó recayendo (por unos meses) en Edgardo Bauza.
Fue tal vez el final de su romance con la Selección, 30 años después de la que seguramente haya sido su cuenta pendiente más grande en el fútbol, que fue la ausencia de su nombre en la lista definitiva para el Mundial de México ‘86 luego de haber formado parte del proceso previo. Una decisión de su mentor más influyente (Carlos Bilardo) y que padeció, pero que con el tiempo -tal como alguna vez dijo le expresó el Doctor por entonces- entendió.
"Carlos me dijo que lo iba a odiar y a insultar, pero el día que seas técnico te vas a dar cuenta. Tenía una razón muy grande. Todo lo que me decía, después era la realidad. Hay que saber manejarlo y llevarlo. Es muy difícil ser director técnico". Vaya si lo habrá sabido Miguel, con más de 30 años de constante trabajo. Y aunque le haya faltado ser un DT de Selección.
