Por qué pagarás más de luz que una pyme: el cambio que nadie esperaba

La reforma eléctrica ya se siente: por primera vez, las familias pagarán más que los comercios e industrias. ¿Qué pasó y hasta cuándo durará?
La reforma del mercado eléctrico, que avanza hacia un esquema con mayor participación privada y mínima intervención estatal, arrancó con una sorpresa: los usuarios residenciales pagarán tarifas más altas que la industria y el comercio durante los próximos meses. Según especialistas, la tendencia se revertirá en invierno.
Así lo establece la resolución 434/2025 de la Secretaría de Energía, que fijó los nuevos precios mayoristas de la electricidad a partir de noviembre.
El Precio Estabilizado de la Energía (PEE) para los hogares quedó entre $ 56.054 y $ 58.281 por MWh hasta abril de 2026, mientras que los grandes usuarios abonarán entre $ 47.310 y $ 51.633, según la categoría y el horario de consumo.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires, el impacto será el siguiente:
Hasta ahora, los hogares pagaban menos que las empresas, pero la relación se invirtió. Según fuentes del sector, la causa está en el tipo de contratos y el uso de energía "spot" asignados a cada grupo de usuarios.
"Los hogares se abastecen con una combinación de fuentes más estables y costosas, mientras que la industria accede a una porción mayor de energía spot —más barata, comprada en tiempo real según oferta y demanda—. Es una diferencia estructural definida por el esquema de asignación de la resolución 400", explicó un especialista.
El sistema eléctrico opera a través de contratos entre los generadores y Cammesa, que luego vende la energía a las distribuidoras. En esos contratos se incluyen fuentes renovables (US$ 73/MWh), nucleares (US$ 65), hidroeléctricas binacionales (US$ 28) y térmicas, cuyos costos varían según el combustible.
Esa energía más cara es la que llega a los hogares, aunque aún conservan subsidios del Estado nacional. En cambio, las industrias y comercios se benefician de una mayor proporción de energía spot, mucho más barata durante el verano, cuando el gas ronda menos de US$ 1 por millón de BTU.
De mayo a octubre, la situación se invertirá: con precios del gas, gasoil y fuel oil entre US$ 4,5 y US$ 20, los grandes usuarios pagarán tarifas más altas que los hogares.
El incentivo para las empresas será contratar su energía a largo plazo y reducir la exposición a la volatilidad estacional. Así lo planteó Juan Luchilo, ideólogo de la reforma eléctrica, en un foro organizado por la firma finlandesa Wärtsila, donde anticipó que el nuevo modelo busca "mayor eficiencia, competencia y previsibilidad" en el mercado.
