El Gobierno confirmó recientemente el pago de un nuevo bono para jubilados, pensionados y otros titulares de prestaciones sociales de ANSES. El refuerzo, al igual que viene ocurriendo desde febrero, alcanzará un monto máximo de $ 70.000 en el caso de quienes reciban la mínima.

El Ejecutivo enfatizó que el pago del refuerzo  se enmarca en una política de movilidad jubilatoria ajustada mensualmente al Índice de Precios al Consumidor, vigente desde julio pasado, y aseguró que se mantendrán esfuerzos para "sostener los ingresos de los adultos mayores".

Sin embargo, y pese a ser una herramienta pensada para fortalecer el poder adquisitivo de los grupos que menos ingresos tienen, el monto del bono previsional no se actualiza desde hace diez meses debido a la decisión del Ejecutivo de priorizar el equilibrio fiscal.

En un contexto altamente inflacionario, donde la variación acumulada de los precios minoristas en lo que va del año es del 107%, este congelamiento del abre el interrogante sobre la caída en términos reales de los ingresos de quienes lo reciben.

Según Nadín Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los cinco millones de jubilados y pensionados que reciben el bono previsional extraordinario de $ 70.000 experimentaron desde noviembre de 2023 a la fecha una caída del 4% en sus ingresos totales en términos reales.

Además, Argañaraz resaltó que el Presupuesto 2025 presentado en el Congreso contempla la continuidad del bono de $70.000, lo que seguirá erosionando el poder adquisitivo de los beneficiarios.

Distinta es la situación de quienes no cobran la mínima: en esos casos, el haber jubilatorio general de diciembre sería un 7,6% superior en términos reales al de noviembre de 2023.

"El gobierno nacional determinó el incremento de los haberes jubilatorios para el mes de diciembre, un 2,7%, que fue la inflación del mes de octubre. Siguiendo los dos casos de siempre, un jubilado con la mínima que cobra bono y un jubilado que cobra el equivalente a 3 haberes mínimos, la situación de ambos es distinta. Si el valor del bono de diciembre es de $70.000, el ingreso del jubilado con la mínima va a subir un 2,1% en diciembre. La brecha de aumento entre ambos ingresos es del 28,5%", explicó el economista.

La situación de aquellos que cobran la mínima se agrava cuando se observa la pérdida acumulada de los últimos siete años, que equivale a $5,7 millones por cada jubilado, debido a la inflación persistente y los ajustes insuficientes de los haberes, indicó el especialista.

"En el cuadro se presenta la pérdida de cada año, medida en términos del ingreso promedio del año 2017. Puede apreciarse que un jubilado que no cobra bonos perdería entre los años 2017 y 2024 el equivalente a 19,4 haberes de 2017. En pesos de diciembre de 2024, la pérdida acumulada de alguien que cobra 3 veces el haber mínimo sería de $26.000.000", señaló.

"En el caso de los jubilados que cobran la mínima y el bono, la situación es la siguiente: entre los años 2017 y 2024, la pérdida sería equivalente a 12,7 haberes de 2017. En los siete años, la pérdida acumulada sería de $5.700.000, en moneda de diciembre de 2024", apuntó.

El Ministerio de Capital Humano informó que, en los primeros nueve meses del año, un promedio mensual de más de 5 millones de jubilados y pensionados recibieron el bono de hasta $70.000, lo que implicó un gasto de $2,9 millones por parte del Tesoro. 

Teniendo en cuenta que hay en la actualidad un total de 7,6 millones de jubilados y pensionados, se puede deducir que dos de cada tres reciben el bono: ellos son quienes más poder adquisitivo perdieron en el último año, el primero de la gestión de Javier Milei.