Trump y Milei, un solo corazón; Macri vs. Macri; Cristina, Kicillof y la inseguridad
¿Puede el macrismo dar una batalla solo en CABA tras la implosión de Juntos por el Cambio? Es un riesgo, como lo es para los libertarios ir sin acuerdo con el PRO en la provincia.La lista de candidatos a embajador en Washington.
- 🎉 Javier Milei está emocionado por la victoria de Donald Trump en EE.UU. y espera fortalecer su relación con él.
- 🗳️ Trump ahora controla el Senado, la Cámara de Representantes y la Corte Suprema, lo que le otorga un gran poder.
- 💼 Milei busca respaldo político y está preocupado por posibles cambios económicos, como el super dólar y nuevos aranceles.
- 🌍 Este cambio hacia el conservadurismo es visto como una reacción global contra el establishment y políticas de la socialdemocracia.
- 🇦🇷 Milei planea asistir a una reunión de conservadores organizada por Trump, acompañado del nuevo embajador argentino en EE.UU.
- 📉 Gerardo Werthein, el nuevo canciller, debe reducir embajadas y lidiar con una posible purga ideológica en la Cancillería.
- 🤝 La lista para embajador en Washington incluye a Demián Reibel, aliado cercano de Milei, y menciones a otros candidatos como Scioli y Macri.
- 🔍 La política interna está tensa, con discusiones sobre alianzas y la necesidad de ganar elecciones decisivas en Buenos Aires.
- 📜 Milei planea gobernar mediante Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) mientras espera que se cierren las sesiones del Congreso.
- ⚖️ Esta semana se decidirá sobre la sentencia a la ex presidenta Cristina Fernández por corrupción, que podría afectar su futuro político.
Encantado y complacido con el contundente triunfo de Donald Trump en las elecciones norteamericanas, Javier Milei espera ahora que su relación con el nuevo jefe de la Casa Blanca le pavimente o al menos contribuya a su ilusionado camino al éxito. Cuenta las horas para abrazarlo, si lo dejan, en Mar-a-Lago, donde Trump organiza su próximo gobierno. Espera respaldo político y tiene ocultos temores económicos por el super dólar y los aranceles a las importaciones que quiere implantar el triunfador del martes pasado.
El presidente cree que llegó el momento de empezar a cobrar su resuelta apuesta: siempre admiró la frontal y más de una vez brutal gestualidad expresiva de Trump, guerrero como él de la “batalla cultural” contra la “zurda”, que son todos los que no piensan como ellos: combatir la corrección, el progresismo, el feminismo y la inmigración. Para Trump, esos valores y derechos pertenecen a una elite que se alimenta a sí misma, olvidando valores tradicionales y profundos de la sociedad norteamericana. El fuerte cambio hacia el conservadurismo, que avanzó en estas elecciones sobre bastiones demócratas que parecían inexpugnables, se dio además en un momento de alza tangible de la economía de Estados Unidos.
El nuevo ocupante de la Casa Blanca tiene el control del Senado, la Cámara de Representantes y, si se ve las cosas con ojos argentinos, de la Corte Suprema. En suma: tiene el poder.
La conclusión, la que leen Milei y buena parte del mundo, es que este giro que encarna Trump resulta de un agotamiento de políticas y liderazgos de la socialdemocracia, y de una reacción contra el establishment político y cultural que se está verificando a nivel planetario, combinando activismo digital con la ira social.
Gobiernos fuertes, con férreo control parlamentario, con una agenda conservadora (se los llama iliberales), están apareciendo en todas partes –hasta ahora solo Gran Bretaña fue la excepción– y Milei quiere sumarse a esa tendencia.
El presidente iría a la reunión de conservadores, que se celebrará donde Trump tiene su residencia, con quien sería el nuevo embajador argentino en Washington, ahora convertido en una pieza clave. Gerardo Werthein, que estaba a sus anchas en Washington arreglando la magnífica residencia que se había comprado allí, debió cambiar la vista al Dupont Circle, la elegante rotonda del noroeste de Washington, por la no menos distinguida de Plaza San Martín.
Si algo le reconocen al flamante Canciller hasta los opositores más tenaces es su ubicuidad y oficio de relaciones públicas, más que la que mostró Diana Mondino. Werthein ya está embarcado en la reducción de 16 embajadas –se habla inclusive de destinos europeos, africanos y centroamericanos– y debe hacer cumplir una exigencia de Milei: una muy temeraria razzia ideológica en la Cancillería.
Pero la discriminación no es nueva en esos ámbitos: fue intensa en la dictadura militar y, también, se implementó durante el ultrakirchnerismo. El canciller forma parte de una comunidad que ha sufrido en carne propia la discriminación y la persecución, así que sería contradictorio con su condición que con métodos inquisitivos se seleccionen dotaciones de probada formación.
La lista de candidatos a embajador en Washington está encabezada por Demián Reibel, asesor en jefe de Milei, y sobre todo de contacto fluido con Elon Musk, cuya estrella encandila en el mundo Trump y aquí mucho más. “Depende de él”, dijo una fuente del Gobierno, a la par que se desvanecía la posibilidad de que Francos dejara la jefatura de gabinete para volver a EE.UU.
El sirvió allí en el Banco Interamericano de Desarrollo durante el gobierno de Fernández y promovió la candidatura de Gustavo Beliz a la presidencia del BID. Se enfrentó duramente con Mauricio Claver Carone, quien luego cayó en desgracia por una “relación indebida” en ese organismo. Carone, que ahora volvería a tallar fuerte con Trump, siempre sospechó que Francos tuvo que ver con ese episodio, lo que nunca se probó. Esa herida no está cerrada.
Reibel no está sólo en la nómina: Scioli se anotó; también, Nielsen, que siempre está. Una versión hasta mencionó para esa embajada a Mauricio Macri, amigo de Trump, como cierre de un acuerdo global entre el PRO y la Libertad Avanza, pero el propio presidente le hizo saber a Clarín que “no hubo conversaciones” sobre el tema.
Macri tiene otras preocupaciones, además de Boca en la era Riquelme, a quien combate. Está convencido que debe hacer un acuerdo con la Libertad Avanza, pero, al mismo tiempo, quiere hacer pesar su peso electoral en la provincia de Buenos Aires, en la que el mileísmo necesita una victoria electoral. Algo parecido ocurre en la Ciudad, donde el que hasta ahora se resiste es Jorge Macri, quien ha establecido un sistema de gobernabilidad que no incluye a la LLA. Más aún: los libertarios cuestionan su gestión y lo hostigan. Los Macri ya se han cruzado por esto, pero también tienen en cuenta que el electorado natural del PRO ahora apoya a Milei en una buena porción. ¿Puede el macrismo dar una batalla solo en CABA tras la implosión de Juntos por el Cambio? Es un riesgo, como lo es para los libertarios ir sin acuerdo con el PRO en la provincia.
Milei hace tiempo: espera que el calendario clausure las sesiones ordinarias del Congreso. Seguirá gobernando por DNU y, quizá, sin presupuesto, aunque sabe que estas artimañas se las pueden cobrar los mercados. Evitaría así que una parte del PRO siga queriendo reglamentar esos decretos, tal como quería hacerlo en tiempos de Cristina.
Esta semana se conocerá si la Cámara confirma la sentencia a la ex presidenta por corrupción en Vialidad. Si así fuera, apelará a la Corte y su carrera política quedará pendiente de esa decisión.
Mientras, Cristina se hizo del PJ y finalmente obligará a Kicillof a pactar para una elección clave, en la que la inseguridad, la delincuencia criminal, está en un punto de gravedad tal que ya es más importante que las extremas necesidades sociales que padecen los vastos sectores empobrecidos del conurbano.