En un clima de máxima tensión, el presidente de Estados Unidos Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris monitorean el ataque de Irán con misiles sobre Israel, mientras que jefe de la Casa Blanca ordenó a las fuerzas armadas estadounidenses ayudar a la defensa israelí interceptando misiles que apuntan a ese estado.

En un comunicado, la Casa Blanca informó este martes que Biden y Harris, que es también candidata a la presidencia para las próximas elecciones del mes próximo, “están monitoreando están monitoreando el ataque iraní contra Israel desde la Sala de Situación de la Casa Blanca y reciben actualizaciones periódicas de su equipo de seguridad nacional”.

La Sala de Situación es un lugar especial de la mansión presidencial de la avenida Pennsylvania, donde los altos mandos de Estados Unidos se reúnen en situaciones de emergencia nacional o internacional. Allí las autoridades políticas son informados permanentemente por las autoridades militares sobre el desarrollo de los acontecimientos y se definen estrategias de acción.

“El presidente Biden ordenó a las fuerzas armadas estadounidenses que ayudaran a la defensa de Israel contra los ataques iraníes y derribaran los misiles que apuntan a Israel”, agregó la Casa Blanca.

Estados Unidos ya había advertido horas antes este martes que Irán está preparando un ataque “inminente” con misiles balísticos contra Israel, una escalada que pone en máxima alerta no solo a Oriente Medio sino también a la Casa Blanca. Un ataque tendría “graves consecuencias para Teherán”, advirtieron.

"Estados Unidos tiene indicios de que Irán se está preparando para lanzar de manera inminente un ataque con misiles balísticos contra Israel. Estamos apoyando activamente los preparativos defensivos para defender a Israel contra este ataque. Un ataque militar directo de Irán contra Israel tendrá graves consecuencias para Irán", dijo un alto funcionario de la Casa Blanca en un comunicado.

La nueva ofensiva iraní sucede luego de la eliminación días atrás de los altos mandos de Hezbollah, el grupo proiraní con sede en Libano, y después de que el ejército israelí advirtiera el martes a la población libanesa que evacuara a casi dos docenas de comunidades fronterizas, luego de anunciar lo que dijo eran operaciones terrestres limitadas contra Hezbollah.

Israel dijo que sus tropas terrestres cruzaron al sur del Líbano el lunes en lo que las Fuerzas de Defensa de Israel llamaron a "incursiones terrestres limitadas, localizadas y dirigidas" contra posiciones de Hezbollah.

Irán ya había concretado en abril un ataque directo sin precedentes contra Israel con 300 drones y misiles balísticos, aunque por una férrea defensa israelí, sumada a un gran despliegue de esfuerzos internacionales liderados por Estados Unidos, pocos de los misiles iraníes alcanzaron sus objetivos y quizás por eso no se produjo una escalada.

El Pentágono dijo el lunes que Estados Unidos estaba enviando fuerzas adicionales a Medio Oriente para reforzar los 40.000 tropas que ya están en la región para ayudar a defender a Israel. El secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, dijo que había hablado con su homólogo israelí, Yoav Gallant, el lunes, y acordó la necesidad de destruir la "infraestructura de ataque" de Hezbollah a lo largo de la frontera, según un comunicado del Pentágono.

PB