Lo que se dice en las mesas: Dólar, cepo, BCRA y el REPO que no convence
El leitmotiv de la “emisión cero”, para la tribuna y los tuiteros. Inquietud por los dos escenarios para la salida del cepo. ¿Ganara Cottani la pulseada? Las dudas con la Fase Dos. Moratoria, si, ¿Blanqueo? La mirada europea sobre últimos anuncios.
Mientras algunos celebran el réquiem de los Pases pasivos, este engañapichanga de pasar la deuda remunerada del Banco Central (BCRA) al Tesoro es, para los que entienden bien los intríngulis monetarios y cambiarios, irrelevante en términos de la macro, saben que no la cambia en nada. En los encuentros entre economistas asépticos ideológicamente, los más ricos e interesantes a la hora del debate, dejan el leitmotiv de la “emisión cero” para la tribuna y los tuiteros porque nadie en su sano juicio o intelectualmente honesto sabe que no habrá emisión cero, ya que de lo contrario la recesión que sobrevendría sería pavorosa.
Un ya legendario economista-consultor y ex BCRA comentaba con colegas la breve síntesis del gran profesor Gaba quien recientemente explicó que la emisión cero implica una economía sin crecimiento: “Recientemente el BCRA anunció una política monetaria de emisión cero manteniendo constante el stock nominal de dinero. Sin embargo, ello exige que también la demanda nominal de dinero permanezca constante lo cual requiere un estado estacionario sin aumento del nivel de precios y del PBI real”. Más claro échale agua.
Por lo pronto, en las mesas de operaciones como en desayunos y reuniones con consultores parecen predominar dos inquietudes, o más bien dos escenarios, que al decir un economista cercano pero hoy un poco distanciado del Presidente, son también los temores del Gobierno: uno es que se salga mal del cepo y en ese caso el dólar escale el Himalaya, o bien que se tarde mucho en salir del cepo y se pierda toda la credibilidad posible que se pueda perder. Es cierto que en ambos escenarios, si se mantiene el equilibrio fiscal luego se pueden reordenar, pero el miedo es que con pérdida de credibilidad o un dólar que se vaya al cielo de acá hasta que se empiece a ordenar, por ahí capaz hasta se llega a las elecciones y el Gobierno se tiente con gastar un poquito de más y caiga en déficit electoral. Por ende, es clave el equilibrio fiscal porque si se mantiene, los riesgos se limitan.
Por eso todos miran de reojo la promesa de reducir el impuesto PAIS. Pero no solo los hombres del mercado están bien activos en zoom y presenciales sino también el propio ministro Luis Caputo que además de convocar a gestoras y ALyCs para inyectar alguna dosis de ánimo, fue también a reunirse con los representantes de las principales empresas y multinacionales bajo el paraguas de AmCham donde el “Toto” compartió, en el roof garden de un conocido hotel de la Recoleta, las estrategias y políticas económicas y sociales implementadas por el Gobierno y conversaron sobre cómo, desde el sector privado, pueden comprometerse para colaborar activamente.
La salida del cepo, un tema que inquieta y se debate en las mesas.
Lo que sí se sigue comentando mucho, sobre todo, entre gente del mercado internacional son los dichos del ex colaborador del “Toto”, Joaquín Cottani, sobre el enfoque erróneo de la supuesta dolarización endógena aconsejando mejor la competencia de monedas para la economía argentina. En comentarios con mesas globales prestaron atención a que Cottani argumenta que la dolarización endógena es defectuosa debido a varios problemas: la contracción monetaria resultante podría perjudicar la actividad económica lo que podría conducir a una recesión; y unificar el tipo de cambio a la baja no aborda el desajuste monetario subyacente determinado por factores como los impuestos y las regulaciones. Además, el levantamiento de los controles cambiarios podría elevar las tasas de interés reales en pesos lo que aumentaría los costos del servicio de la deuda pública y desestabilizaría a los bancos que son grandes tenedores. Por eso rescatan que Cottani sugiere volver a la competencia cambiaria que implica levantar los controles cambiarios y permitir que el dólar circule junto con el peso, a pesar de un probable aumento inicial de la inflación, y declarar el dólar como moneda de curso legal ayudaría a remonetizar la economía en ambas monedas.
A diferencia de Javier Milei, Cottani afirma que la emisión de pesos para comprar reservas no es inherentemente inflacionaria si responde a una mayor demanda de pesos y aboga por un tipo de cambio flexible para amortiguar los choques externos. Los operadores entienden que Cottani cree que la competencia cambiaria, a pesar de la inflación temporal, proporcionaría beneficios a largo plazo y le permitiría al Gobierno ganar señoreaje sin causar inflación y estabilizar la economía ajustando el tipo de cambio según sea necesario. Veremos quién gana la pulseada.
Lo que se está viendo mucho en las conversaciones entre operadores, gestores y clientes es, tras la reunión con las ALyCs, que el anabólico anuncio del REPO, especie de elixir para los mercados, sobre todo, para los bonistas, ha sido tomado con pinzas. Esto de tomar un préstamo con garantía, de un pasivo (bonos soberanos) puede ser un tiro en el pie, porque en cualquier momento los prestamistas pueden asustarse y salir a liquidar esos bonos. Al respecto, un influyente consultor económico, varias veces candidateado para el BCRA, ya que galones le sobran, recomendó en una charla intimista que mejor que el Gobierno empiece a “laburar” en los organismos financieros internacionales como el BID, el BM y la CAF, porque si los bonistas ven que Argentina les sigue pagando, con reservas, alimentarán sus dudas sobre los futuros vencimientos.
En ese encuentro hubo una buena noticia desde el flanco inflacionario, aunque ya mucho no inquiete, y es que agosto viene con menor arrastre y setiembre puede venir más bajo, aunque siguen advirtiendo que el ajuste de precios relativos aún no terminó. Debates marginales sobre el atraso cambiario, pero si consenso de que el colchón se acabó, y ni que hablar con la paridad con el real que para algunos ya es una complicación. Ya nadie habla de la Fase Dos sino más bien de que el programa económico está en una transición, y si habrá una Fase II será cuando se negocie con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Blanqueo y moratoria, medidas en análisis.
En tal sentido, en Europa hubo un debate sobre los últimos anuncios del Gobierno, además del tema del blanqueo. A propósito, según varias consultoras del mercado la moratoria tendría una importante adhesión, porque se considera que es tan atractiva que no la pueden dejar pasar, pero respecto del blanqueo hay serias dudas sobre el interés que despierta. No será nada parecido al de Macri, a lo sumo el Gobierno aspira a que entren algunos dólares frescos nada más porque no hay clima como para esperar una avalancha como el exitoso y desaprovechado en la gestión de Cambiemos. En esa discusión europea se destacó que el éxito de la estabilización era el equilibrio fiscal y la acumulación de reservas, y proyectaron dos escenarios polares, uno virtuoso y otro complejo con resultados contrapuestos, sin descartar un escenario de ajustes al plan original para recuperar el escenario virtuoso. Según la lectura de los analistas europeos, un desenlace posible es que el Gobierno a través de sus acciones convenza al mercado de que la actual política cambiaria es consistente con esos dos objetivos, sería el escenario virtuoso, y así redobla la apuesta. Otro desenlace posible es que el mercado entienda que la actual trayectoria del tipo de cambio es incompatible con esos objetivos y que el Gobierno insista en mantener su política cambiaria, o sea, el escenario complejo. En el caso de que el Gobierno no logre convencer al mercado que esos objetivos son alcanzables con la trayectoria cambiaria actual, entonces opte por ajustar la trayectoria cambiaria, o sea el escenario con retoques. Bajo la incertidumbre reinante cualquier escenario es posible pero creen que el escenario con retoques domina al complejo.
Uno de los analistas que bajó a tierra el tema para los colegas europeos advirtió que es usual en los planes de estabilización que el precio a pagar para conquistar la credibilidad de los mercados sea una recesión más prolongada y profunda de la que sería necesaria si hubiera credibilidad perfecta en los anuncios del Gobierno, pero en este caso no sería algo neutro, y aconsejó que una forma de amortiguar esos riesgos era cerrando un nuevo acuerdo con el FMI que ayude a blindar el programa y al control de expectativas. Recurriendo a la metáfora del tango explicó que sería incomprensible que en este escenario el FMI no le dé un nuevo programa a Argentina.
En otro encuentro se habló también de la visita del gobernador cordobés, Martín Llaryora, y su ministro de Economía, Guillermo Acosta, donde expusieron frente a un grupo de inversores británicos en la Residencia de la Embajadora argentina, Mariana Plaza, y al parecer la gente de Balanz tomó la iniciativa. Muchos de los inversores invitados luego participaron del zoom de EMTA sobre las opciones y posibles caminos para la administración de Nicolás Maduro, la oposición y la comunidad internacional tras los resultados de las elecciones en Venezuela. Se habló de la estrategia de la oposición, la producción de petróleo, la cancelación de las licencias petroleras, las perspectivas de un compromiso y la unidad nacional, y evaluaciones de los posibles resultados. El debate estuvo a cargo de Ramiro Blazquez Giomi (BancTrust) junto a Anne Milne (BofA Securities), Hans Humes (Greylock Capital Management), David Rolley (Loomis, Sayles) y Graham Stock (RBC BlueBay Asset Management).