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Estudiantes y Vélez, con la adversidad como combustible

Estudiantes y Vélez, con la adversidad como combustible
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Hubo dos hechos extrafutbolísticos, una denuncia y una convulsión en pleno partido, a los que el Pincha y el Fortín se repusieron para ser finalistas.

AI
  • 🏆 Estudiantes y Vélez son los finalistas que se enfrentarán este domingo en un evento deportivo destacado.
  • 📰 Vélez se vio envuelto en un escándalo por denuncia de abuso sexual que impactó al fútbol argentino.
  • ⚽ Vélez logró mantenerse fuerte y llegar a la final a pesar de la situación adversa.
  • 🔍 Varios jugadores de Vélez fueron acusados, con uno liberado y tres bajo prisión domiciliaria, a la espera de juicio.
  • 🌟 Estudiantes también enfrentó dificultades con la convulsión de un jugador durante un partido crucial.
  • ⛑️ Altamirano de Estudiantes resultó con trombosis cerebral tras el incidente, pero el equipo logró recuperarse y llegar a la final.
  • 💪 La fortaleza mental de ambos equipos ha sido clave para superar las adversidades y avanzar en la competencia.

"Lo que no te mata te hace más fuerte". Está claro que el desempeño futbolístico y táctico supone un gran trabajo y es, probablemente, el principio fundamental del éxito de los equipos. Los partidos suelen definirse gracias a ello: una pared bien armada, una jugada preparada, un circuito aceitado que termine en una definición ensayada…Pero hay un factor que muchas veces suele sobreponerse a cualquier esquema, estrategia y método: la cabeza. La fortaleza mental siempre está presente y es capaz de reponerse a cualquier adversidad. Y así pasó con Estudiantes y Vélez, los dos finalistas que se enfrentarán este domingo.

Las circunstancias son distintas y los hechos mucho más, y por supuesto, uno más grave que el otro. Pero ambos son, en sí mismos, golpes brutales a la mentalidad y la fortaleza de cada equipo. Esa que tanto Eduardo Domínguez como Gustavo Quinteros tenían bien armadas puertas adentro de sus planteles, que no solo aguantaron el golpe, sino que lo absorbieron para resurgir de entre la angustia.

El 12 de marzo, Vélez sufriría un fuerte impacto tras una noticia que conmovió a todo el fútbol argentino. Sebastián Sosa, Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentin, futbolistas del Fortín, fueron denunciados por abuso sexual. Una joven tucumana de 24 años aseguró que había sido invitada por el arquero uruguayo a pasar la noche en una habitación del hotel Hilton Garden Inn de Tucumán, durante la visita del elenco de Quinteros a Atlético Tucumán.

La denuncia era contundente. “Subiendo directamente a la habitación 407, donde ya la estaba esperando el jugador Sebastián Sosa, al ingresar a la habitación observa que también se encontraban los jugadores Braian Cufré, Abiel Osorio y José Ignacio Florentin, con los cuales compartió unas latas de cerveza, luego le ofrecieron fernet y después de tomar unos tragos comenzó a sentirse mal, muy mareada, por lo que se recostó en una de las camas como adormecida. Fue entonces que sin ningún consentimiento la abusaron sexualmente; a posteriori siendo horas 05.30 aproximadamente, cuando se sintió un poco mejor logró pedir un Uber y se retiró a su domicilio", señaló el abogado de la denunciante.

Tras la denuncia, los futbolistas, algunos de ellos que alternaban en el equipo titular, fueron separados del plantel profesional a la espera de la evolución del caso. Desde entonces, todo fue un escándalo mediático y judicial. Desde las imágenes de los cuatro jugadores presentándose ante la fiscalía en Tucumán hasta la publicación de los chats del arquero con la joven, que comprometían a los jugadores, pasando por las imágenes de los pasillos del hotel.

En medio del lamentable y grave hecho, había quedado el plantel de Vélez. Que no solo había logrado reponerse de aquel 5-0 ante River, algo totalmente irrelevante y minúsculo al lado de tamaña noticia, sino que también se había acomodado en la zona y empezaba a asomar la cabeza. Y le tocó de vuelta, Gustavo Quinteros se encargó de fortalecer el plantel a base de los jóvenes que sacaron la situación adelante. “Es importante que el grupo esté fuerte cuando hay problemas personales, adversidades y se cometen errores. Si el grupo está fuerte, se debe separar lo futbolístico de lo personal o de los errores cometidos. Me enfoqué mucho en la parte deportiva y he tratado de separar esta situación que ha sucedido, lamentablemente, y que no perjudique, y fue así”, decía el DT.

El 27 de marzo, Sosa sería liberado por la Justicia, que determinó eximirlo de la prisión efectiva, pese a que seguirá siendo investigado. Para el resto, la noticia fue la peor: José Florentín, Braian Cufré y Abiel Osorio fueron acusados y permanecen detenidos bajo prisión domiciliaria en Tucumán, a la espera del juicio. Mientras tanto, Vélez tan solo perdió uno de los últimos 16 encuentros y a casi seis meses de haberse salvado del descenso, volvió a meterse a una final tras casi diez años de sequía.

Y luego le tocaría el turno de demostrar la fortaleza mental a Estudiantes. El 17 de marzo, los de Domínguez enfrentaban a Boca en un duelo clave para definir la Zona B. El Pincha venía de caer ante River en Córdoba y necesitaba acomodarse en la Copa de la Liga ante el Xeneize, que empezaba a mostrar buenas señales futbolísticas. Pero todo quedó en un segundo plano en el minuto 27 del primer tiempo. Tras un avance del León, Javier Altamirano se desplomó convulsionando en el campo de juego. Una imagen desoladora.

Cual líder de la manada, Eduardo Domínguez, se metió dentro del campo de juego para ayudar al chileno mientras, desesperado, pedía por el ingreso de la ambulancia. Era una película de terror que cada vez se agravaba más. El escenario era terrible: Enzo Pérez se deshacía en lágrimas, Valentini guiaba el ingreso de la ambulancia, mientras Eduardo Domínguez trataba de calmar el clima.

Tras el ingreso de la asistencia médica, Altamirano fue trasladado a un hospital cercano. Los días posteriores fueron delicados: Eduardo Domínguez se comportó como un padre y visitó casi todos los días a su futbolista, al igual que cada uno de sus compañeros. Tras 48 horas de misterio, el chileno fue diagnosticado con trombosis cerebral y los médicos aseguraban que la recuperación sería difícil. Del primer centro asistencial, fue traslado al Sanatorio Fleni, especializado en neurología.

Y Estudiantes se recuperó: tras el golpe emocional, los jugadores del Pincha sacaron pecho y ganaron prácticamente todos los partidos que restaban en la Copa de la Liga para meterse dentro de los cuatro mejores. Hoy, Altamirano ya se entrena de forma diferenciada en City Bell y el conjunto de Eduardo Domínguez se metió en la final del torneo. Y de hecho, el enganche viajó a Santiago del Estero para acompañar a los suyos en el duelo final.

"En las malas te hacés más fuerte", una frase que refleja a la perfección la evolución de Estudiantes y Vélez a lo largo de la Copa de la Liga. Los golpes son distintos, ambas situaciones de gravedad en diferentes planos, pero la fortaleza mental es la misma. Asimilar el golpe y volver a empezar para salir adelante.

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