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Algunos alimentos bajaron de precio debido al desplome de las ventas

Algunos alimentos bajaron de precio debido al desplome de las ventas
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El fuerte ajuste de Milei, que dice que “la deflación es sana” está logrando su objetivo de aplacar la suba de precios. Lo está logrando también sobre la base de una depresión económica.

AI
  • 📉 Se detectó deflación en alimentos y bebidas en la última semana de abril, con una baja del 1% respecto a la semana anterior.
  • 🥦 Las bajas se registraron en varios rubros, como frutas, condimentos, verduras, carnes, bebidas, entre otros.
  • 💸 El gobierno de Javier Milei ha logrado una baja en la inflación con un fuerte ajuste fiscal y monetario, estabilidad cambiaria y reducción gradual de la inflación.
  • 📉 La deflación actual se debe a la depresión de la actividad económica, que ha llevado a los fabricantes y comercializadores de alimentos a bajar precios para incentivar las ventas.
  • 💼 La deflación actual podría no durar, ya que sin un impulso en el crecimiento económico, la demanda podría seguir deprimida.
  • 💬 El presidente Milei ha mencionado que la deflación es algo "sano" y que puede devolver recursos a la gente, pero la economía enfrenta una caída considerable con impacto en las ventas de supermercados.

Después de 23 años de inflación, que llegó a marcar un techo de 211% en 2023, en la última semana de abril se detectó deflación en el principal rubro del índice de precios al consumidor (IPC), los alimentos y las bebidas. Por lo menos así lo midió la consultora LCG, propiedad del senador radical Martín Lousteau, en su monitoreo semanal de 8.000 precios en cinco supermercados. Allí constató una baja del 1% respecto de la semana anterior, con lo que se moderó la suba de las últimas cuatro semanas a 2,3%.

Las bajas se registraron en frutas (-6,8%), condimentos (-3,1%), azúcar, miel, dulces y cacao (-2,9%), verduras (-2,4%), bebidas (-1,8%), comidas para llevar (-1,4%), productos de panificación, cereales y pastas (-0,7%), carnes (-0,5%) y aceites (-0,3%). Sólo se encarecieron huevos y lácteos, un 1,9%.

El gobierno de Javier Milei viene alardeando de que hay deflación, es decir, baja generalizada de precios. La última semana de abril ocurrió. Lo logró sobre la base de un fuerte ajuste fiscal y monetario, la estabilidad cambiaria y tras un salto inicial de la inflación al doble de lo heredado en diciembre (25%) para después reducirla a 20% en enero, 13% en febrero, 11% en marzo y alrededor de un 9% en abril, un número todavía muy alto pero que marca un descenso. No por nada el Banco Central se atrevió en este contexto a bajar la tasa de interés de referencia del 60% al 50%.

Al ajuste Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, le sumaron a la fuerte devaluación del peso oficial en diciembre, que hundió el poder adquisitivo. Ambos factores combinados han colapsado la actividad económica. En marzo, el PBI cayó 9,7%, casi tanto como en la pandemia de 2020, y acumuló un 6,8% abajo, según Orlando J. Ferreres & Asociados, donde trabaja uno de los asesores económicos de Milei, Fausto Spotorno. La recesión heredada se ha convertido en depresión y esto explica también la deflación. Los fabricantes y comercializadores de alimentos rebajan los precios para vender algo.

En 2000, el entonces gobierno de Fernando de la Rúa intentaba celebrar que los precios bajaban como premio consuelo de la recesión que ya cumplía dos años entonces. Aquel era el segundo año de deflación consecutivo tras seis años de inflación baja, menor al 10%. Aquel festejo carecía de razón ser.

Pero esta vez el fenómeno de deflación resulta diferente, en la medida en que no vaya a durar demasiado. “Después de 22 años en que los precios subieron (desde 2002), hay que festejar que caigan”, opina el consultor Fernando Marull, de la firma FMyA. “Te demuestra que las empresas de alimentos tienen que bajar los precios para mantener el volumen de venta. Va en línea con lo que decía el Gobierno: que se habían pasado de rosca con los aumentos en algunos sectores”, se refiere Marull a que muchas compañías fijaron sus precios pensando en un dólar y una inflación con saltos mayores y continuos. Pero el tipo de cambio oficial apenas sube 2% mensual desde enero y el IPC se va moderando, aunque en niveles todavía altos.

“Con esa tendencia a la deflación, ya el Central bajó 10 puntos la tasa de interés”, observó Ferreres, exviceministro de Economía de Carlos Menem. “Algo es. Obviamente los que más festejan son los consumidores por la frenada del IPC”, opina el exfuncionario. El riesgo radica en que sin factores que impulsen el crecimiento la demanda siga sin recuperarse y la deflación se prolongue. El tiempo dirá.

El 25 de abril último, en el discurso que dio en una cena de la Fundación Libertad, el presidente Milei dijo que “la deflación es algo sano” y que para los estudios clásicos de la economía “no era un problema”. “Lo que pasa es que cuando hay deflación hay algunos que ganan y hay otros que pierden. Bueno, sí, digamos, tienen más exposición los que pierden y bueno, claro, entonces la deflación es mala. Pero no es mala, porque deriva, de hecho, del propio crecimiento económico y implica devolverles recursos a la gente”, dijo el mandatario.

La economía, pese a las palabras del Presidente, sufre una caída estrepitosa y un dato estrechamente vinculado con los alimentos es la caída de las ventas de los supermercados: de acuerdo con el informe de Encuesta de supermercados del INDEC, difundido el 24 de abril último, en febrero el Índice de ventas totales a precios constantes muestra una caída de 11,4% respecto de igual mes de 2023, y el acumulado enero-febrero de 2024 presenta una baja del 12,7% respecto del mismo bimestre de 2023.

AR/JJD

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